Combatiente patriota que luchó
con San Martín por la independencia
nacional convencido totalmente de que la libertad era el aire que debía reinar
y predominar a lo largo y ancho del país, para el beneficio directo de todos los peruanos. Los actos de su
agitada y fructífera vida demostraron que fue un auténtico guerrero donde
destacó mucho más que de mandatario de la nación.
Juan
Antonio Pezet Rodríguez de la Piedra descolló de igual forma con Bolívar y Sucre en
las batallas de Junín y Ayacucho que, precisamente, consolidaron tales efectos
y sentimientos plenos de reivindicación. Evidentemente una impecable
contribución a la patria peruana que prosiguió, de manera continuada durante muchos años más, aunque
con sus nubarrones y fracasos de por medio.
Seguidor de Gamarra contra la Confederación
Perú-Boliviana, Pezet- sin embargo- fue un
político trejo que ocupó los cargos de Primer Ministro, Vicepresidente
de la República y finalmente Presidente Constitucional del Perú entre 1863 y 1865.
Un gobierno corto de dos años que presidió en medio de las reacciones nefastas
de los españoles que trataron de imponer
condiciones y originaron un espinoso conflicto diplomático. Al que tuvo que
enfrentarlo durante casi todo su periodo y que precisamente por efectos de ello
posteriormente fue sacado del poder, después de ocurrir la ocupación de las
islas de Chincha por la escuadra de ese país que estaba realizando un viaje por
las costas americanas.
Juan Antonio Pezet
Juan Antonio Pezet
TALAMBO
Resulta que el 4 de Agosto de
1863 se desató un incidente en la hacienda Talambo, ubicada cerca de Chiclayo,
entre inmigrantes vascos y agricultores
peruanos. Como resultado del enfrentamiento, un español resultó muerto y
otros cuatro quedaron heridos.
Ante tal situación de evidente conflicto, el
gobierno español envió a Eusebio Salazar y Mazarredo, bajo el pomposo
y desafiante titulo de Ministro de su Majestad en Bolivia y Comisario
Extraordinario para el Perú.
Por su parte, el Poder Ejecutivo peruano,
presidido por Pezet, aunque aceptó
entrevistarse con el enviado español, le indicó que no reconocía el cargo de
comisario. Salazar entonces se envalentonó y
rechazó cualquier tipo de diálogo.
En respuesta el 14 de Abril de
1864, la escuadra española se dirigió del Callao hacia Chincha y decretó la
ocupación de estas islas. Los marinos invasores izaron el pabellón de su país
en el lugar enteramente peruano. Y de inmediato, ellos decretaron el bloqueo del primer puerto del
país. En busca de exigir negociaciones con el gobierno peruano.
AMENAZA
A manera de amenaza inconcebible,
España envió cuatro buques de guerra y nombró al Almirante José Manuel Pareja
como Comandante de su escuadra, en reemplazo de otro marino de idéntica
graduación apellidado Pinzón.
En Diciembre de 1864, una vez en
territorio peruano, Pareja se enfrascó en intensas negociaciones diplomáticas
con el General Manuel Ignacio de
Vivanco, representante del Presidente
Pezet. Las conversaciones
finalizaron el 27 de Febrero de 1864, con la suscripción del Tratado
Vivanco-Pareja.
Lo real y cierto es que el acuerdo fue rechazado
totalmente por la ciudadanía peruana que lo consideraba humillante y contrario
a los intereses del país. Por eso mismo dejó de ser aprobado en el Congreso de la
República,
La falta de reacción del Gobierno
generó una indignación contagiante que, políticamente, tuvo consecuencias
directas y decisivas. En efecto, a los pocos meses, una revolución nacionalista
comenzó a desarrollarse en la ciudad de Arequipa, encabezada por el entonces
Coronel Mariano Ignacio Prado.
Los revolucionarios establecieron
su cuartel en la ciudad de Chincha y de allí avanzaron sobre Lima. Al mando del
General Pedro Diez Canseco ingresaron a
la capital la madrugada del 6 de Noviembre de 1865, burlando a las tropas
gobiernistas que vigilaban deficientemente los contornos de la ciudad.
La lucha entre los bandos enfrentados de
revolucionarios y gobiernistas resultó ruda y duró más de seis horas. Los
primeros recibieron apoyo de diversos sectores del pueblo, logrando atacar e
ingresar a Palacio de Gobierno.
Protagonista de la Independencia del Perú.
Protagonista de la Independencia del Perú.
PILLAJE
La casa de Pizarro sufrió el
pillaje protagonizado por el populacho e incluso se le incendió, perdiéndose
importantes archivos con documentos valiosos desde la época de la Colonia. Pezet
se hallaba en las afueras de la capital al mando de sus tropas.
Al ver caída la capital, el
Presidente desistió de causar más derramamiento de sangre y renunció al poder. Logró asilarse, con sus principales
colaboradores, en la corbeta británica
Shear Water. Luego se embarcó a Europa donde permaneció hasta 1871
Radicado en Richmond, Inglaterra,
Pezet movió sus influencias para
acelerar la salida de las unidades navales que adquirió el Perú bajo su
gobierno y entre los que figuraban el
monitor Huáscar y la fragata Independencia.
Retornó a suelo peruano en 1871, pero se mantuvo completamente retirado
de la política. Falleció en Chorrillos
pocos días antes del inicio de la Guerra
con Chile: el 11 de marzo de 1879. Lo quisieron nombrar Jefe del Ejército ante
el inminente conflicto bélico.
Nadie aceptó este tratado.
Nadie aceptó este tratado.
FAMILIA
El mensaje se lo llevó Mariano Felipe Paz Soldán
de parte del Presidente Prado. El mandatario había llegado otra vez al poder por la vía
legal y no por la fuerza. Por su parte, el viejo guerrero declinó el
ofrecimiento. Sobre todo por razones de salud: estaba muy enfermo. Por eso
mismo falleció al poco tiempo.
Hijo del médico, periodista y
parlamentario independista José Pezet y Monel y de Maria del Rosario Rodríguez de la Piedra,
casado con la dama arequipeña Juana de Tirado y Coronel-Zegarra, había nacido en Lima el 11 de Junio de 1809. Provenía
de una familia de origen francés. Su abuelo fue un marino de ese país y se
llamaba Antoine Pezet Estauche, quien llegó al Perú en 1765.
Lo bautizaron en la Parroquia de
Santa Ana y estudió en el Real Convictorio de San Carlos. Ganado por la causa patriótica,
el joven se enroló al Ejército de San Martin en el Cuartel de Huaura el mismo
año 1821, fecha en que se selló, un 28 de Julio, la Independencia Nacional.
Admitido como cadete, luchó en la
entrada de Lima y en el primer sitio del Callao. Integró la Legión Peruana e
intervino en las batallas de Torata y Moquegua, durante la Primera Campaña de
Intermedios.
Promovido a teniente y, bajo las
ordenes de Bolívar y Sucre, peleó en las batallas finales de Junín y Ayacucho.
En calidad de Ayudante acompañó a este último en la campaña de Bolivia, donde
posteriormente fue creada la república del mismo nombre.
Mariano Ignacio Prado depuso a Pezet.
Mariano Ignacio Prado depuso a Pezet.
GAMARRA Y ORBEGOSO
Acompañó al General Agustín
Gamarra en la campaña del Alto Perú de 1828 que puso fin a la presencia
colombiana en Bolivia. Posteriormente sirvió como edecán del Presidente Luis José de
Orbegoso, a quien acompañó al Callao poco antes del estallido de la
sublevación del General Pedro Pablo Bermúdez y la Mariscala doña Francisca
Zubiaga y Bernales, la esposa de Gamarra.
Durante la guerra civil,
participó en la batalla de Huaylacucho y el abrazo de Maquinhuayo que puso fin
al conflicto. Luego siguió al Presidente Orbegoso y al producirse la revolución
de Felipe Santiago Salaverry fue nombrado Jefe del Batallón Libres de Ayacucho.
Pero cuando Orbegoso pactó la intervención del ejército
boliviano, solicitó su retiro como militar. Se desempeñó, a renglón seguido, como
contador de la aduana de Islay y luego pasó administrar
la del Callao. Lo llamaron nuevamente al servicio y asumió el cargo de Jefe del
Estado Mayor del Ejército del Sur.
Apoyó el levantamiento del
General Juan Francisco de Vidal y luchó
en la batalla de Agua Santa. Vidal, ya como Presidente del Perú, lo nombró
Prefecto de Lima y le confió el mando de una división para oponerse a la
revolución iniciada por Manuel Ignacio de Vivanco.
LUCHADOR
Pero Pezet se pasó a las filas vivanquistas y en su
nombre ejerció el poder interinamente del 27 de Marzo al 7 de Abril de 1843. Le
entregó el mando a Vivanco quien ejerció el Directorio y lo nombró Inspector
General del Ejército y Prefecto de La Libertad.
Enfrentó las revoluciones de los generales
Domingo Nieto y Ramón Castilla. Estuvo en la batalla de Carmen Alto donde
resultó herido y hecho prisionero. No obstante ser vivanquista, el primer
gobierno de Castilla lo nombró Inspector General de la Guardia Nacional. Lo
enviaron a Arequipa a formar tropas. Ejerció la prefectura de dicho
departamento y con el mismo cargo pasó a Moquegua.
Durante el gobierno de Echenique,
fue nombrado General en Jefe del Ejército que se organizó en el sur al
producirse la amenaza de guerra con Bolivia. Sorprendido por el estallido de la
revolución liberal de 1854, encabezada por Castilla en Arequipa, no acertó a
contenerla y defendió al gobierno de Echenique hasta su derrota en la batalla
de La Palma.
Lo desterraron a Chile y al cabo
de un tiempo retorno al país. En 1859, el Presidente Castilla lo nombró
Ministro de Guerra y Marina. Llegó a presidir el Consejo de Ministro e
interinamente se hizo cargo del Poder Ejecutivo de Julio a Agosto de 1860, por la incapacidad temporal de Castilla
herido en un atentado y del Vicepresidente Juan Manuel del Mar que estaba enfermo.
La Batalla de Ayacucho.
La Batalla de Ayacucho.
EN EL PODER
En tal calidad, le correspondió
presidir la ceremonia de instalación del Congreso de la República encargado de
reformar la Constitución, el 28 de Julio de 1860. Fue también Jefe de Estado
Mayor del Ejército durante la guerra con el Ecuador (1859-1860).
En 1862, lo eligieron
Primer Vicepresidente de la República en la fórmula que encabezó el Presidente Miguel de San Román. Pero su mal estado lo
obligó a pedir licencia y trasladarse a
los balnearios medicinales de Vichy Francia, donde se restableció.
La muerte de San Román, en abril
de 1863, lo obligó a retornar al Perú y luego asumió el poder como Presidente Constitucional
de la República. La Carta Magna de 1860 le facultaba completar el periodo
constitucional del mandatario fallecido que debía terminar en 1866. Pezet
asumió el gobierno el 5 de Agosto de 1863, un día antes de ocurrido el
incidente de Talambo.
Una vida entre guerras y convulsiones con una
característica admirable de jugarse el pellejo a cada rato. El hombre de
valentía optó por la política y allí siguió en la brega sin resultados
contundentes. Lo que no le impidió ingresar a las páginas de la Historia del
Perú como un verdadero protagonista. (E.
de N.)
Edgardo que buena información. Puedes por favor crear una cuenta en Twitter para saber cuando escribes algo nuevo?
ResponderEliminarSaludos
Pedro