Bueno Aires madrugó más que de
costumbre el 10 de Febrero de 1926. La ciudad se levantó temprano porque un
acontecimiento extraordinario reclamaba su presencia en las calles: la llegada
del Plus Ultra. El 22 de Enero del mismo año había salido del Puerto de Palos,
del lugar de donde partieron las carabelas de Colón para descubrir América.
Ocho horas después estaba en las Palmas, de donde siguió a Cabo Verde en un
vuelo de 9 horas. De ahí el salto prodigioso hasta el Brasil. El fuerte viento
desvió el avión hacia la isla de Fernando de Noronha, a donde llegó después de
15 horas 20 minutos, cuando prácticamente no le quedaba gasolina.
Después Pernambuco, Rio de
Janeiro, Montevideo. El pueblo se reunió desde temprano a lo largo de la
avenida Costanera. Todos querían divisar el pájaro de acero que traía la gloria
de España. Pero la multitud no cabía en los límites de la amplia avenida. Se
diseminó por todas las calles del centro que presentaban un aspecto inusitado
de fiesta.
Nadie quería trabajar ese día.
Todos ansiaban estar presentes en la recepción. Fue un día de inolvidable
emoción. Una mezcla de regocijo y de angustia, porque había un escondido temor
de que los cuatro héroes que viajaban en el Plus Ultra, Franco, Ruiz de Alda,
Duran y Rada, pudieran tener un tropiezo
en la etapa final.
Trayecto del viaje del Plus Ultra.
Trayecto del viaje del Plus Ultra.
ENTUSIASMO
En las primeras horas del día, ya
ofrecían todas las calles una alegría incontenible. Ramón Franco y sus
compañeros ya estaban en Montevideo. Faltaba sólo un pequeño salto para que la
proeza quedara totalmente cumplida
No se sabía exactamente la hora
en que el aparato abandonaría el puerto uruguayo, de manera que el público
prefirió la larga espera. Era mejor que llegar tarde. De pronto, cerca del
mediodía se tuvo la noticia: el Plus Ultra había despegado en la vecina orilla
y viajaba hacia Buenos Aires.
Cuando el aparato fue avistado en
el horizonte, el entusiasmo fue indescriptible. Mientras el júbilo del pueblo
se manifestaba ruidosamente, todas las naves del puerto hacían oír sus pitos y
sus sirenas en clamoroso saludo a los hombres que habían cumplido la hazaña de
vencer al océano desde el aire.
En el sector Sur del Muelle de
Pescadores acuatizó el Plus Ultra a las 12.28. Fue una maniobra perfecta que el
público reunido en la avenida Costanera siguió sin perder detalle. Después la
apoteosis.
Avalanchas incontenibles. Público
enloquecido de entusiasmo, vitoreando a España y sus héroes. Y por fin, el
abrazo del Presidente de la República, que expresaba el abrazo de todo el
pueblo americano.
El aparato en el Puerto de Palos.
El aparato en el Puerto de Palos.
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