Aquí en Miscelánea se practica, por entera convicción, un periodismo independiente y plural de opiniones. Nadie está excluido. Dentro de esta tónica enteramente democrática, publicamos a continuación una colaboración exclusiva para este periódico electrónico de Fausto Alvarado Dodero, ex congresista y ministro de estado, que traza una pincelada profunda, esgrimiendo con habilidad y argumentos, lo que pasa exactamente en América Latina. Incluyendo, por supuesto, al Perú. Una voz critica, evidentemente, contra Ollanta Humala y Keiko Fujimori. Estos últimos, y obviamente sus seguidores, tienen abiertas las páginas de este blog para contestar y argumentar en contra. Alvarado, abogado de profesión y con impecable trayectoria política, es actualmente Candidato a Magister en Historia, con mención en Estudios Andinos, de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Leámoslo:
Cuando los golpes de estado en Latinoamérica resultaron inviables, el militarismo, esa deformación de la notable carrera militar, sin abdicar de su permanente intención de capturar el poder, cambió su estrategia, utilizando a civiles elegidos democráticamente, como el caso de Juan María Bordaberry en Uruguay (1973– 1976)[1] y Alberto Fujimori Fujimori (1992 – 2000)[2] en Perú[3], o generando fenómenos políticos con militares de intermedia graduación (los generales estaban desprestigiados), para ganar elecciones democráticas haciendo "levantamientos" sin ninguna posibilidad de afectar el poder, pero dejando al personaje militar en condiciones de éxito político posterior en su vida civil, como el caso de Aldo Rico en Argentina[4], Hugo Chávez Frías[5] en Venezuela, Lucio Gutiérrez Borbúa[6] en Ecuador y Ollanta Humala Tasso[7] en Perú, todos ellos militares que fracasaron en su "intento", pero tuvieron luego una exitosa carrera política gracias al gesto muy bien difundido, llegando el segundo y el tercero a Presidentes elegidos democráticamente, y el ultimo, disputando las segunda vuelta en dos oportunidades, con gran posibilidad de ganar la presidencia en el 2011.
Por otro lado, la mentalidad monárquica o dinástica, no se ha quedado atrás, se expresa cuando la sucesión del poder es mediante reelecciones indefinidas o cuando recae en un familiar muy cercano, ya sea esposa, hijo, hija o hermano, de tal forma que se mantiene una especie de dinastía. Muchos son los casos, empezando por Fidel Castro Ruz, que no le basta más de medio siglo en la presidencia mediante sucesivas reelecciones, sino que además lo sucede su hermano Raúl Modesto Castro Ruz. El de Fujimori, tres veces electo sucesivamente, el de Hugo Chávez también reelecto y otros casos más.
Pero cuando falla la reelección inmediata por impedimento físico o legal, para no “violentar” el orden jurídico, recurren al familiar más cercano, de tal forma, que la dinastía o familia no pierda el poder, como en la coyuntura actual, cuando el principal está preso e impedido de postular, lo hace bajo el nombre de su hija, que apenas cumple la edad requerida, sin tener mérito alguno, más allá de su vínculo familiar.
Otro es el caso de Néstor Kirchner en Argentina, que cedió el poder democrática y constitucionalmente a su entonces esposa y hoy viuda Cristina Fernández, tampoco debemos olvidar a François Duvalier, conocido como Papa Doc, que se constituyera en Presidente Vitalicio de Haití desde 1964 hasta 1971, año de su muerte. Que habiendo asumido la presidencia constitucionalmente en 1957, modificó la carta magna para perpetuarse como presidente[8], pretendiendo inclusive instalar una monarquía y convertirse en emperador, construyen un andamiaje constitucional, para que, por su propia decisión lo sucediera en el cargo y con las mismas prerrogativas, su hijo Jean-Claude Duvalier conocido como Baby Doc, con tan sólo 19 años, quien gobernó por quince años más con clara intención de perpetuarse[9]. Finalmente tenemos el reciente mal ejemplo de Alvaro Colom, presidente de Guatemala, que para salvar la valla legal de la no reelección, que incluye a su esposa, no ha tenido mayor reparo que recurrir al divorcio para dejar expedita la candidatura de su mujer Sandra Torres Casanova.
Estas dos mentalidades, el neomilitarismo y el neomonarquismo son siniestras, pervierten la vida política de los pueblos, todos y sin excepción, tanto las imbuidas por el militarismo como por el dinástisismo, si cabe el término, generan una corrupción espantosa y un cúmulo de conculcaciones a los derechos humanos, y casi siempre, tarde o temprano, muertos o vivos, son juzgados por ladrones y asesinos. En la coyuntura, el enfrentamiento podría reducirse a dos familias, que han vivido y vivirán por el poder político. En ambos casos tienen los cuadros para la sucesión del poder por muchos años.
Los Fujimori podrían estar en el poder con Keiko hasta el 2016, luego el propio Alberto o Santiago si el primero sigue preso, que en esta hipótesis dudamos que no sea excarcelado por angas o por mangas, luego Keiko regresa el 2021 para el Bicentenario y en el 2026 ya está listo Kenyi. Por la otra dinastía, que no puede negar su carácter familiar para llegar al poder, ya que no por nada dos Humala Tasso han sido candidatos a la Presidencia,[10] y Antauro Humala se ha levantado en armas dos veces, Locumba y Andahuaylas, también podrían depararnos un arco histórico importante de Humalas en el poder.
No podemos dejar de pensar que tenemos en ciernes, por un lado, una continuidad cuasi monárquica de los Fujimori, Keiko, Kenyi, Alberto, Santiago, y por otro lado, la entrada de un pretendiente a entronizarse modificando la constitución, y si no fuera así, eludir esta valla con una sucesión también cuasi dinástica, llámese Nadine, Antauro, Ulises, Alexis, etc.
[1] Juan María Bordaberry electo Presidente Constitucional en 1972 el 27 de junio del siguiente año en alianza con los militares disolvió el Congreso y asumió plenos poderes. Finalmente los mismos militares lo destituyeron en 1976.
[2] Alberto Fujimori electo presidente constitucional en 1990 el 5 de abril de 1992 en alianza con los militares disolvió el Congreso y destituyó a jueces y otras autoridades, convirtiéndose en presidente de facto.
[4] Aldo Rico. Militar y político argentino, nacido en 1944, se sublevó en la semana santa de 1987 al mando de un destacamento militar teniendo el grado de comandante. Fue fácilmente reducido y condenado a prisión. Se “escapó” y volvió a sublevarse en Montes Caseros al año siguiente siendo nuevamente condenado. Finalmente fue indultado por el Presidente Menem y empezó su participación política fundando el Partido MODIN (Movimiento por la Dignidad Nacional). Fue electo Diputado en 1991 y Convencional Constituyente en 1994. Además ganó las elecciones para el cargo de intendente de San Miguel y luego fue nombrado Ministro de Seguridad bonaerense.
[5] Hugo Chávez en 1992, como comandante, intentó dar un golpe de estado contra Carlos Andrés Pérez, fracasando estrepitosamente, siendo encarcelado por dos años, hasta que fue indultado por el presidente Rafael Caldera. En 1999 fue candidato a la presidencia y ganó las elecciones. Hasta la fecha gobierna Venezuela, no sin antes haber sido objeto de un golpe de estado en el 2002 que lo derrocó por 48 horas siendo inmediatamente repuesto por las fuerzas armadas de su país.
[6] Lucio Gutiérrez, teniendo el grado de coronel en el año 2000 participó en el derrocamiento de Jamil Mahuad. Resultó detenido por seis meses, para luego comenzar su carrera a la presidencia ganando las elecciones y convirtiéndose en presidente constitucional hasta que fue vacado por el Congreso en el 2005.
[7] Ollanta Humala con el grado de comandante es encarcelado por encabezar un “levantamiento” en el año 2000 a finales del régimen fujimorista. Es encarcelado y condenado, siendo indultado y repuesto a la vida militar en el año 2001. Ha sido candidato presidencial en el 2006 perdiendo sólo en segunda vuelta, a la fecha mayo del 2011 disputa en segunda vuelta la presidencia de la república.
[8] Murió en 1971 ejerciendo el cargo de Presidente Vitalicio.
[9] Dejó el poder por un golpe de estado
.
.
Perfecto si le coresponderia una maestris en la universidad Pontificia pero la duda es el porque se dedica a difamar a las personas que nunca le han causado dano alguno, por lo geenral los seres psicopatas tienen este perfil que pena por el.
ResponderEliminar