Armando se fue a los 97 años. El
deceso ocurrió en la Clínica San Felipe donde los médicos lucharon,
infructuosamente, por salvarle la vida. Los años y los achaques, propios de la
avanzada edad, le cobraron la factura final. Había nacido en Lima el 15 de
Noviembre de 1915.
Además de político ejerció la profesión de
periodista tanto en el Perú como en el
extranjero Su pluma engalanó, entre otros, el diario "La Tribuna" y la Revista "Presente" aquí en el país. Lo mismo ocurrió en
periódicos, a nivel internacional, de Chile y Argentina donde vivió
deportado y prohibido de retornar al
país.
Una de las ultimas fotos de Villanueva (La República)
Una de las ultimas fotos de Villanueva (La República)
Sin embargo, muchas veces lo hizo con valentía
y clandestinamente para ponerse a disposición de su partido, en la lucha por
conseguir el imperio de la democracia y la justicia social que tanto anhelaba
para todos los peruanos.
Hasta el final vivió con una solidez intelectual plena y muy interesado en
los acontecimientos políticos de los cuales opinó infinidad de veces. Acorde
con la época y la modernidad, incluso abrió una cuenta en Facebook y Twitter y
desde allí comentaba.
El viernes 5 de abril, Villanueva
fue internado en dicho nosocomio debido a una recaída en su estado de salud.
Luchó por su vida conectado a un respirador artificial. Su existencia acabó el
domingo 14 de los corrientes, a las 9.38 de la noche, el mismo día que el
propio Alan García y muchos amigos, políticos y familiares acudían a visitarlo.
A los 50 años cuando era Diputado por Lima en 1965
A los 50 años cuando era Diputado por Lima en 1965
Por si acaso y para deleite de
los lectores en este blog, hay colgada una amplia y detallada semblanza biográfica del insigne dirigente aprista
que invitamos a leerla. Para tal efecto,
si fueran tan amables ingresar al archivo que está a la derecha de la página
principal y hacer click en el mes de setiembre del 2012. Allí, de la misma
forma, encontraran una nota bajo el titulo siguiente: “Villanueva: Implacable luchador social”. Vale la pena revisarla. (EdeN)
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