Hombre público muy conocido durante el desarrollo de la vida política del
país en el siglo XIX. Hasta se desempeño
como Presidente de la República interino. Casi dos meses en tiempos del primer
gobierno civil de Manuel Pardo. Elegido Vicepresidente de la República,
Premier y Ministro de Gobierno. Senador por Puno y Presidente del Primer Congreso Constituyente
instalado en Arequipa, después de la guerra con Chile. Manuel Costas Arce fue, qué duda cabe, toda una figura con
cualidades de honradez, seriedad y aporte efectivo que, desafortunadamente en
la época contemporánea, hasta su apellido ha desaparecido. Sin tener, incluso,
descendientes directos que perduren o se
muestren. No obstante, allí esta su obra imperecedera y su vida incólume al
servicio de todos los peruanos.
Hijo de Juan Manuel Costas Gauna
y de Martina Arce. Nieto de Francisco
Manuel Costas Parcero de Lira y de María Ignacia Ruiz de Gauna Pedrosa. Su padre
originario de Salta, argentino, que fijó su domicilio en Puno y antes estuvo en
Abancay cuando esta última ciudad pertenecía al departamento del Cusco.
Estudió en Arequipa y a la hora que le tocó trabajar
se dedicó con ahínco a la agricultura y el comercio en el sur del país,
labrándose una magnifica posición económica de fortuna, habiendo adquirido,
posteriormente, una serie de fundos agrícolas de gran tamaño y producción como:
Machacmarca y Chañocagua, ubicados en la provincia puneña de Lampa. Nació en la ciudad lacustre en 1820 y
allí también murió en 1883, a los 63
años.
Manuel Costas con la banda presidencial.
Manuel Costas con la banda presidencial.
PREMIER
Lo nombraron Subprefecto de
Chucuito, cargo que ejerció durante varios años, desde tiempos del Mariscal
Domingo Nieto, logrando por completo el apoyo decidido de la población.
Posteriormente se adhirió en Puno a la revolución liberal de 1854, encabezada
por el Mariscal Ramón Castilla contra el gobierno el General José Rufino
Echenique.
Candidato a la segunda
vicepresidencia de la república en la fórmula civil que encabezó Juan Manuel
del Mar, quien se enfrentó electoralmente con la encabezada por el Mariscal
José de San Román, que a la postre resultó el ganador.
En el curso del conflicto
originado por los españoles invasores en
las islas de Chincha, el Gobierno del General Juan Antonio Pezet lo
designó Ministro de Gobierno y Presidente del Consejo de Ministros, en vista de
la influencia que tenia sobre los parlamentarios de los departamentos del sur
del país.
Lo que trataba el régimen, con el
nombramiento, era contribuir a que se
lograse un entendimiento con el Congreso. Meta y objetivo que se cumplió
completamente debido a que Costas
explotó al máximo su espíritu conciliador, frente a las discrepancias políticas
de la época.
MODERACION
Ejerció dicha función del 11 de
Agosto al 16 de Octubre de 1864 y su gabinete estuvo integrado por Julián de
Zaracondegui en la cartera de Hacienda, el General Isidoro Frisancho en el
Ministerio de Guerra, José Simeón Tejeda
en Justicia y Toribio Pacheco, en Relaciones Exteriores.
Lo que se esperaba de él es una
política belicista en contra de España, tal como lo reclamaba la opinión
pública. Pero asumió un estilo moderado
y mantuvo las negociaciones para llegar a una
solución consensuada y pacífica, aunque simultáneamente fue preparando
al país para la guerra. Por eso mismo favoreció la adquisición de elementos
bélicos en Europa.
Ante la hostilidad del Congreso que impedía que el Gobierno
actuase, los ministros solicitaron facultades extraordinarias, pedido que
inicialmente contó con el apoyo de Pezet y luego se retractó. Ante tal
situación, Costas y su gabinete renunciaron tras dos meses de efectivo
ejercicio ministerial y de objetivos conseguidos. No obstante, el poco tiempo
transcurrido.
El político se inclinó luego
hacia la posición de Castilla y cuando el libertador fue apresado al ser
implicado en una rebelión en contra del Gobierno, Costas corrió igual suerte y
perdió la libertad por un tiempo.
Cundo la recuperó, superado el
conflicto internacional y la crisis política interna, fue
elegido Senador por Puno, cargo legislativo que ejerció entre 1868 y 1872. Por estos tiempos, el patricio
se inscribió como militante del Partido Civil que dirigía Manuel Pardo.
VICEPRESIDENTE
Lanzó la candidatura a la
Presidencia de la República de éste último, a quien acompañó como candidato a
la primera vicepresidencia de la república. Suscribió, en el Senado, la
protesta contra la rebelión sangrienta de los hermanos Gutiérrez.
El Congreso constitucionalmente
revisó las actas de los colegios electorales y proclamó presidente al líder
civilista por haber obtenido la mayoría de los votos. Lo mismo hizo con Costas
en el alto cargo que le correspondió.
Pardo asumió el poder el 2 de
Agosto de 1872, magno acontecimiento que fue acompañado de celebraciones
apoteósicas. En su calidad de primer vicepresidente, Costas dirigió el Poder
Ejecutivo entre el 28 de Septiembre de 1874 y el 16 de Enero de 1875, cuando
Pardo viajó a Arequipa para sofocar, como lo hizo, la rebelión del caudillo
Nicolás de Piérola, que encabezó lo que se denominó “La rebelión del Talismán”.
Finalizado el periodo civilista
en 1876, el dirigente puneño se retiró momentáneamente de la política y se dedicó a sus actividades
agrícolas privadas. Volvió a las lides publicas después de la guerra del
Pacifico, cuando fue elegido otra vez Senador.
Puno en la época de tan ilustre personaje.
Puno en la época de tan ilustre personaje.
FAMILIA
En esa oportunidad integró y
presidió el Congreso Constituyente reunido en Arequipa entre el 28 de Abril y 20 de Julio de 1883. Precisamente el
año que falleció. Anteriormente y en el plano personal y privado. Costas formo familia y se casó con una distinguida dama puneña de orígenes
arequipeños, Maria Dolores Urbina del Carpio. Con ella tuvo dos hijas María,
casada con un señor Ferreyros, y Elena Costas Urbina soltera, quienes no
dejaron descendencia.
La descendencia sanguínea Costas
vino por los lados colaterales. Entre otros, por los Peña Costas emparentados
con el Presidente del Perú Mariano Ignacio Prado y su esposa Magdalena
Ugarteche. Otro hermano de él, José María, también tuvo una buena situación
económica y participación pública. Actualmente y al igual que Manuel, no se les
conoce descendientes directos.
Una hermana de la esposa del
político fue María Manuela Urbina del Carpio, quien se casó con el ciudadano
español Manuel María de Noriega. El mismo que trabajó como puntal en la Casa
Comercial Costas de Puno, desde 1855, año en que llegó al Perú procedente de la
madre patria y del pueblo de Carreña, jurisdicción de la provincia de Asturias
cerca a la capital de Oviedo, hasta 1881 en que murió. Toda una vida en el país de más de un cuarto
de siglo. Caracterizada por su espíritu laborioso, vivacidad austeridad e ingenio, según dieron fe los que lo conocieron.
Congreso Constituyente de Arequipa.
Congreso Constituyente de Arequipa.
NORIEGA
Uno de sus hijos, el menor, fue
Pedro José de Noriega Urbina. Nacido en
1864, agricultor de éxito que precisamente administró con eficiencia y resultados económicos
contundentes las haciendas de los Costas, desde 1893 hasta 1937, año en que se
murió. Lo mismo hizo con la casa comercial que llevaba ese apellido, siguiendo
los pasos de su progenitor. Diputado Suplente a finales del siglo XIX, Senador de la
República entre 1924 y 1929 y Jefe de la Legación Diplomática del Perú
en París, Francia.
El fue apoyado enteramente por Costas, su tío
político, cuando quedó huérfano de padre a temprana edad, iniciándolo en una
vida de trabajo ejemplar y sin precedentes (Más información en el archivo del
blog en la semblanza de María Luisa Quiros Vega de Noriega publicada el 21 de
Octubre del 2010, bajo el título de “Recordando a María Luisa”)
Ha quedado enteramente demostrado
y comprobado que Manuel Costas, eso sí, fue una figura del Perú. Lo respalda
por complete la historia y vale la pena recordarlo con amplitud cuando se trata
de hombres probos y útiles para la patria. (Edgardo
de Noriega)
Gracias, mi querido gordo, por estos exquisito trabajo sobre Eguren y por ilustrarme sobre Manuel Costas,del que yo desconocía su estatura política, también por esa pincelada sobre Ana Gibson, de la cual yo desconocía que fue esposa de nuestro común amigo Homero Zambrano, y por supuesto saludo esa pluma sobresaliente de José Gálvez B.
ResponderEliminarAbrazos
Víctor Alvarado
En otras biografías se menciona una 3ra hija de Manuel Costas Arce, Manuela Costas Urbina, casada con Nicolas Peña, padres de Juan Manuel Peña Costas, casado a su vez con Maria Prado Ugarteche. Por lo que, aparentemente, si habría descendencia directa.
ResponderEliminarMucho le agradecería indicar si es correcto o no.
Con respecto a lo que sostiene el lector, reafirmamos que Manuel Costas solo tuvo dos hijas: María y Elena Costas Urbina. Si hay otra Costas, hija del hermano de Manuel, que se casó con un señor Peña que son los padres de Juan Manuel Peña y Costas. Efectivamente, este último contrajo matrimonio con María Prado Ugarteche y allí hay otra descendencia de este tronco familiar. Esto es lo correcto.
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