Cuando fue evidente que las
colonias africanas de Francia no continuarían la lucha contra el Eje, los jefes
de Estado Mayor ingleses consideraron el peligro de que los alemanes utilizaran
Dakar como base para atacar su tráfico marítimo.
De Gaulle deseaba extender el
movimiento de la Francia libre en Africa occidental francesa, mediante el
desembarco en Dakar-donde no esperaba encontrar resistencia- de su pequeño contingente
de tropas, con el propósito de afianzarse sucesivamente en las otras colonias
francesas de Africa. Churchill prestó su
apoyo a este proyecto: creía que la
conquista de Dakar era importante, y más todavía la del imperio colonial
francés. El 8 de Agosto de 1940
dispuso que a la operación, designada
con el nombre de “Menace”, se le prestara
el máximo apoyo inglés.
Las fuerzas navales se pusieron a
las órdenes del Vicealmirante Cunningham y las terrestres al mando del General
de División Irvine. Las numerosas
discusiones suscitadas respecto al modo de efectuar la expedición se vieron
complicadas por los informes contradictorios sobre la defensa de Dakar y la
moral de su guarnición.
Después de considerar muchas
alternativas, el plan que el gobierno de guerra aprobó finalmente, el 27 de
Agosto, se basaba en el convencimiento por parte de De Gaulle de que un
desembarco por sorpresa efectuado por sus tropas casi no encontraría oposición.
La guarnición le acogería como libertador y así pondría de relieve el carácter
eminentemente francés de la empresa. Solamente en el caso de encontrar una
tenaz resistencia, los barcos británicos abrirían fuego y desembarcarían sus
tropas.
El Ark Royal y su defensiva aérea.
El Ark Royal y su defensiva aérea.
ONCE BARCOS
Para el transporte de la
expedición, del armamento y del equipo se habían reunido en Liverpool once
barcos mercantes. Cuatro estaban destinados al contingente británico, formado
por 4,200 hombres, que comprendía un mando de brigada, cuatro batallones de
marines y algunas unidades menores especializadas.
Las tropas de la Francia
libre-2,700 hombres en total- embarcarían en los buques de pasajeros holandeses
Penland y Westernland. En este último viajaría De Gaulle y su Estado Mayor.
Algunos de estos buques se trasladaron durante algunos días a Scapa Flow en las islas Orcadas, para
adiestrar al personal en la técnica del desembarco. La expedición disponía
también de otros cinco barcos, que formaban un convoy aparte, para el
transporte de los vehículos motorizados y de los víveres y que, por ser más
lentos, zarparon los primeros.
Para la protección y escolta se
destinó una fuerza naval llamada Fuerza M, constituida por buques de la Home
Fleet, de la fuerza H de Gibraltar y en la última fase, del mando del Atlántico
meridional. La Fuerza M comprendía los
acorazados Barham y Resolution, el portaaviones
Ark Royal, cinco cruceros, unos 16 destructores y dos corbetas.
EMBRIONARIA
La Marina de la Francia libre, entonces en embrión,
consistía en tres corbetas y un buque explorador. En el crucero Dervonshire,
que enarbolaba la insignia de Cunningham, embarcaron también el General Irwin y su Estado Mayor.
El hecho de que se reuniera una
flota tan importante para una empresa que suponía una larga ausencia de las
aguas metropolitanas, en el momento en que Inglaterra corría el peligro de ser invadida por los
alemanes, y cuando, además, tenía que afrontar una precaria situación militar
en el Oriente Medio, demuestra la importancia que se atribuyó a la Operación
“Menace”. Churchill “estaba obsesionado por esta aventura” y se adjudicó, “con
excepcional entusiasmo, la iniciativa y el patrocinio de la expedición”
Los barcos abandonaron el Reino Unido el 31 de Agosto, en tres grupos
que partieron, respectivamente, de Scapa Flow, del estuario del Clyde y de
Liverpool. Su destino a Freetown, en
Sierra Leona, donde tenían que reponer combustible y poner en práctica las
últimas disposiciones antes de dirigirse a Dakar, casi 450 millas más al Norte.
El primer día de navegación el
crucero de escolta Fiji fue torpedeado, cerca de Rockall, por el submarino U-32
y tuvo que regresar al estuario del Clyde, siendo sustituido por el crucero
Australia. Este fue el principio de una larga serie de amargas desilusiones y
contratiempos que parecieron perseguir la empresa desde el principio hasta el fin.
BUQUES
Los buques se dirigían hacia el
Sur más lentamente de lo que estaba previsto. El 11 de Septiembre, cuando se
encontraban casi a 300 millas al
noroeste de Dakar, el Almirante Cunningham supo, por un mensaje radiado desde
Gibraltar, que aquella misma mañana una
división francesa formada por tres cruceros y tres grandes destructores había
atravesado el estrecho entrando en el Océano Atlántico y que se dirigía hacia
el Sudoeste.
Según los términos del
armisticio, el Gobierno de Vichy estaba obligado a pedir autorización a
Alemania y a Italia antes de trasladar cualquier buque de un puerto a otro. Y
efectivamente el envío de esta división desde Tolón a Dakar y a Libreville
había sido autorizado con el objeto de restaurar la autoridad de Vichy en el
Africa ecuatorial francesa, donde dos de las colonias se habían pronunciado a
favor de De Gaulle
Pero en el Almirantazgo sabían
solamente que esos buques habían atravesado el estrecho, y suponían, erróneamente,
que Vichy, informada con tiempo de la Operación “Menace”, los enviaba a Dakar
para reforzar su defensa, o quizás, incluso para ocupar la base por cuenta de
los alemanes.
La línea política del gobierno inglés respecto a los buques de
guerra de Vichy había sido definida el 12 de Julio, poco después del ataque al
Richeliu por los aviones torpederos en el puerto de Dakar.
De Gaulle con el General Spears representante de Churchill.
De Gaulle con el General Spears representante de Churchill.
TENSION
Para reducir la tensión entre la Marina
francesa y la británica, se decidió no emprender más acciones contra los barcos fondeados en
los puertos coloniales o en los del Norte de Africa reservándose, en cambio, el
derecho de impedir cualquier posible traslado a los puertos dominados por el
enemigo.
Por este motivo el Almirante sir
Dudley North, que se hallaba en Gibraltar y no estaba informado de la Operación
“Menace”, consideró que no había motivo para oponerse al paso del estrecho, que se efectuó el 11 de
Septiembre a primeras horas de la mañana.
Y así cuando el Almirante
Somerville recibió la orden de impedir que las unidades de Vichy llegaran a
Dakar y salió de Gibraltar a bordo del crucero de batalla Renown, junto con tres
destructores eran ya las 16.30: demasiado tarde, pues a la misma hora los
buques franceses llegaban a Casablanca, repostaban y antes del amanecer, salian
de nuevo hacia Dakar. Sólo el 14 de Septiembgre, Cunningham, siempre or orden
del Almirantazgo- envió al Ark Royal, loos cruceros y los destructores de la
Fuerza M hacia el Norte , con el objeto deque patrullasen el largo de las
costas de Dakar con la esperanza de interceptaer los barcos franceses. Mientras
tanto, los dos acorazados y el convoy militar continuaban su ruta con destino a
Freetown.
Entonces intervinieron en la
búsqueda los cruceros Cornwall y Cumberland de la base operativa del Atlántico
meriodional. Pero también esta vez los ingleses llegaron demasiado tarde, ya
que los tres cruceros rápidos del Contralmirante Bourraggué.
FUERZA Y
El Georges Leygues, el Montcalm y el Gloire,
designados convencionalmente como Fuerza Y- llegaban a Dakar el 14 de
Septiermbre a las 16.00 horas, regresando entonces a Casablanca los tres
destructores.
La llegada de la Fuerza Y a Dakar
comunicada abiertamente por radio a Vichy, la confirmaron al día siguiente los
aviones de reconocimiento del Ark Eoyal. Cunningham se retiró, entonces, con
todos sus buques hacia Freetown, dejando e guardia frente a las costas de Dakar
al crucero Cumberland.
¿Qué hacer entonces? El gabinete
de guerra se dio cuenta de que las operaciones en Africa occidental podían
conducir a la guerra con la Francia de Vichy. El Gobierno había aprobado los
planes de la Operación “Menace” basándose en la confianza de De Gaulle de que
Dakar y el Africa occidental francesa se unirían a su causa con la misma
facilidad con que lo hicieron el Chad y otros territorios del Africa
ecuatorial.
Después de muchos aplazamientos,
el 28 de Agosto llegaron a Londres los oficiales de enlace del Ejército y la
Marina ingleses que estuvieron destacados en
Dakar antes de la caída de Francia. Según su opinión, el gobernador
general y la guarnición de Dakar eran fieles a Vichy y por lo tanto opondrían
una resuelta y eficaz resistencia acualquier tentativa de desembarco.
CONFERENCIA
Pero este nuevo elemento de
juicio no fue considerado como suficiente para anular una operación ya aprobada
y en curso. No obstante, después del fracaso de los esfuerzos combinados de la
Fuerza M de Cunningham y de los barcos de Somerville para interceptar los
cruceros franceses, el Almirantazgo volvió a considerar el asunto.
A primeras horas de la tarde del
16 de Septiembre, mientras se acercaba a Freetown, Cunningham fue informado de
que el gobierno consideraba que la Operación” Menace” no era ya realizable, y
aconsejaba a De Gaulle que desembarcase sus tropas en Douala. Llegados a
Freetown, Cunningham e Irwin conferenciaron en seguida con De Gaulle, el cual
insistió obstinadamente en realizar la Operación Dakar según sus propios
planes.
Para él, la llegada de la Y
francesa al puerto senegalés tenía poca importancia. Por esta razón, los tres
jefes comunicaron a Londres su confianza en el éxito de la operación y su vivo
deseo de llevarla a cabo. Londres respondió autorizándoles a “hacer lo que
creyeran ás indicado para conseguir los fines originales de la empresa”. Y los
tres acordaron iniciar la operación el 22 de Septiembre.
A este complejo conjunto de
proyectos y contraproyectos se sumó un nuevo factor. El 19 de Septiembre,, el
crucero Australia que se encontraba casi a 250 millas al oeste de Fretown,
donde fue envido para relevar al Cumberland en el servicio de vigilancia,
avistó la Fuerza Y.
Panfleto de propaganda lanzado sobre Dakar
Panfleto de propaganda lanzado sobre Dakar
CRUCEROS
Los tres cruceros franceses habían salido sin
ser vistos de Dakar y se dirigían a Libreville, de acuerdo con las
instrucciones recibidas al partir de Tolón. Los cruceros ingleses se
apresuraron a perseguirlos con la esperanza de obligar a la Fuerza Y a
dirigirse a Casablanca, mientras Cunningham, por su parte, salía de Freetown
con el Devonshire y tres destructores, navegando a toda máquina para apoyarlos.
Dos días antes, otro crucero
francés el Primauguet había salido de Dakar, escoltando un buque cisterna que
también se dirigía a Libreville para abastecer de combustible a la Fuerza Y tan
pronto como llegara a su destino.
El crucero y el petrolero precedían casi en
1,000 millas a la citada fuerza, cuando fueron interceptados por los cruceros
Cornwall y Delhi. Apenas recibió el comandante del Primauguet la intimación de regresar a
Casablanca junto con el buque cisterna, se puso en comunicación por radio con
el Almirante Bourragué, informándole de que tenía que escoger entre presentar
batalla o someterse.
El Almirante le ordenó que regresara con el
petrolero a Casablanca, lo cual significaba que la Fuerza Y debía renunciar al largo recorrido hasta
Libreville, puesto que allí no podría abastecerse de combustible.
SUSTITUCION
Bourragué ordenó entonces invertir el rumbo a sus navíos,
aumentó la velocidad a 30 nudos y se lanzó hacia Dakar, seguido por el
Cumberland y el Australia, también a toda maquina. Sin hacer caso de sus
advertencias, el 20 de Septiembre consiguió hacer llegar a Dakar, su propio
buque insignia, el Georges Leygues y el Montcalm.
El Gloire que quedó rezagado por
averías en sus maquinas se dejó convencer finalmente por el Australia y
regreso a Casablanca. El Almirante
Darlan no aprobó la conducta de Bourragué, por lo que fue sustituido en el mando de la Fuerza Y por
otro almirante.
Estos contactos en alta mar entre
barcos de guerra ingleses y fanceses se caracterizaron por un intercambio
continuo no de disparos, sino de mensajes, que reflejaban la común preocupación
por evitar el empleo de la fuerza. Considerando las dificultades idiomáticas y
lo delicado de la situación, no es de extrañar que a veces los mensajes
oscilaran entre el tono patético y el cómico.
Las medidas tomadas por
Cunningham consiguieron interceptar la nota de Libfreville a cuatro cruceros de
Vichy, o0bligándoles a dirigirse a Casablanca, pero lo cierto es que la
Operación “Menace” tuvo que aplazarse.
MENSAJE
La división completa y los
transportes partieron de Freetown entre el 19 y el 21 de Septiembre, llegando a
Dakar al amanecer del día 23. Según el plan, los buques de guerra debían
permanecer en alta mar, mientras cuatro aviadores de la Francia libre, a bordo
de sus pequeños aviones de turismo que despegarían del Ark Royal, efectuarían
un aterrizaje por sorpresa en el campo de Oukam, donde tenían que establecer
los primeros contactos.
Otros aparatos arrojarían
octavillas sobre la ciudad, y mientras tanto como delegados de De Gaulle, al
mando del Capitán de Corbeta Thierry D’Argenlieu, entrarían en el puerto en una motora para entregar un
mensaje al gobernador general Boisson. Todo dependía de la acogida que tuviera
este mensaje.
En el preciso momento en que los
barcos se acercaban a la costa se formó una espesa niebla que, poco a poco,
mientras amanecía, pareció hacerse más densa, lo que anuló el efecto
psicológico previsto. Pues Churchill al discutir con De Gaulle, imaginó el
efecto que causaría en la población la aparición de la flota.
La niebla impidió también
cualquier posible intención de bombardear el puerto, pues los aviones del Ark
Royal no hubieran podido efectuar el reconocimiento aéreo y, por otra parte,
los acorazados y cruceros de Cunningham se habrían visto obligados a abrir
fuego a muy poca distancia contra los cañones de 240 mm de las baterías de los
fuertes y los de 381 mm del Richeliu.
INGRESO
Los aviadores de la Francia libre
aterrizaron en Outkam según el plan establecido. Y una vez capturado el
comandante del campo, que se les había acercado confiadamente, cursaron la
señal convenida de “éxito” que lleno de
esperanza a las tripulaciones de los Swordfish a punto de despegar. Pero los
invasores fueron reducidos rápidamente por la guardia de campo.
Mientras tanto, los emisarios de
De Gaulle entraban en el puerto en dos motoras de una corbeta francesa y
solicitaban ser conducidos a presencia del gobernador. El Almirante Landriau,
que mandaba la base naval y había escuchado la primera llamada por radio de De
Gaulle ordenó que los arrestaran, pero los emisarios lograron escapar en las
motoras bajo el fuego de las ametralladoras.
Antes de las 7 de la mañana, De
Gaulle había hecho una llamada por radio solicitando permiso para desembarcar
ssu tropas y añadiendo que si todo se realizaba sin incidentes la poderosa
división inglesa no intervendría. Y una hora después, cuando sus emisarios
fueron rechazados, advirtió que una posterior resistencia tendría graves
consecuencias.
En efecto, las baterías de Fort
Manuel y de la Isla de Gorée abrieron el fuego lento pero bien dirigido, contra
los buques ingleses. Los submarinos Persée y Ajax salieron del puerto, siendo
perseguidos por los destructores Inglefield y Forsesight, que fueron alcanzados
por las baterías costeras.
El fuego de las bagterias costeras.
El fuego de las bagterias costeras.
HUNDIMIENTO
El Persée se hundió después de
recibir un cañonazo, mientras intentaba torpedear en superficie al acorazado
Barham. A una distancia de unos 5,400 metros, el acorazado disparó ssu cañones
de 381 mm contra el fuerte. Algunos proyectiles cayeron en la ciudad,
causando víctimas en la población civil.
A las 11.30,el destructor
Sorsight fue alcanzado nuevamente y el crucero Cumberland resultó con serios
desperfectos al recibir un proyectil de 240 mm, por lo que debió retirarse sin
participar ya en la operación.
A pesar de que la situación no
permitía esperar nada bueno, Cunnningham e Irwin confiaban aún en realizar el desembarco
sin resistencia en Rufisque, un pequeño
puerto en la punta más alejada de la bahía que distaba casi 16 kilómetros de
Dakar.
De Gaulle estuvo de acuerdo con
la idea de emplear sus corbetas para desembarcar 180 hombres en la zona
pantanosa de la bahía de Rufisque. Mientras tanto, el destructor francés
L’Audacieux había salido del muelle oriente de la isla de Gorée y se aproximaba
amenazadoramente a las corbetas gaullistas que habían entrado en Rufisque.
TORPEDOS
Los dos torpedos que lanzó contra
el Australia no dieron en el blanco y entonces L’Audacieux cayó bajo el fuego
del crucero y de dos destructores. Más de 80 hombres de la tripulación murieron
y el barco, en llamas, fue a la deriva y encalló en la playa.
Las dos pequeñas corbetas con 60
fusiliers marins a bordo de cada una de ellas entraron intrépidamente en
el puerto de Rufisque. Un exiguo grupo
de hombres armados bajó a tierra mientras l corbeta mayor echaba al agua las
lanchas para los refuerzos. Pero los hombres fueron acogidos por los disparos
de una cercana bateríia de 101 mm y un destacamento de ingleses apuntó sus
ametralladoras contra las lanchas de la tropa de refuerzo.
Los que habían desembarcado se
vieron obligados a embarcar de nuevo y las corbetas se alejaron. De Gaulle que
se encontraba a bordo del buque de pasaje Westerland estaba completamente
decidido a renunciar al intento, reforzando su decisión el hecho de que los dos
cruceros de la Fuerza francesa habían sido avistados rumbo a la bahía de
Rufisque.
Las autoridades de Dakar acababan
de demostrar claramente que estaban resueltas a oponerse con las armas a
cualquier ataque. Sin embargo era preciso reconocer que las operaciones habían
sido seriamente obstaculizadas por la niebla. Londres había sido informada con
todo detalle de lo sucedido.
ULTIMATUM
La misma noche, los comandantes
ingleses y De Gaulle de común acuerdo después de haberse reunido transmitieron
por radio al gobernador general y a la población de Dakar un ultimátum en el
que manifestaban su propósito de impedir a toda costa que los alemanes se
apoderaran de la base y solicitaban que la rendición se efectuara de inmediato.
Boisson indico que no habría rendición.
Los acorazados y los cruceros de
Cunningham volvieron a ocupar sus posiciones frente a la costa de Dakar. Los
buques tuvieron que acercarse bastante para poder reconocer los objetivos. Los
aparatos del Ark Royal bombardearon los fuertes y el Richeliu e intentaron
asimismo torpedear los cruceros de la Fuerza.
Los ataques aéreos produjeron
efectos insignificantes y, en cambio, fueron abatidos tres Swordfish. El
submarino francés Ajax fue hundido por el destructor Fortune mientras estaba
torpedeando a los acorazados. Estos abrieron fuego contra el Richeliu. Los
buques atacantes se retiraron hacia el sur, donde se vieron expuestos a los
ineficaces ataques de los bombarderos Glen Martin que volaban a gran altura.
Los navíos británicos reanudaron
el bombardeo durante media hora, siendo alcanzado el acorazados Barham cuatro
veces por el fuego de la defensa. De Gaulle subió a bordo del acorazado Barham
para conferenciar con Cunningham e Irwin. Reconoció haber subestimado la
potencia de la defensa y dijo que no venía ningún motivo para continuar los
bombardeos, que inevitablemente ocasionarían otras muchas víctimas con grave
perjuicio para su causa
Opinaba que un desembarco de las
fuerzas británicas no er ya factible. Prefería enviar sus propias unidades a
Bathurst, a fin de que se preparasen para una acción contra Dakar por tierra,
antes que efectuar un segundo intento de desembarco.
La otra alternativa que propuso
fue un intento de marchar contra Dakar, tras un desembarco de tropas en los
tamos poco definidos de la costa, como por ejemplo en Saint-Louis. Los ingleses
determinaron que a pesar de todo convenía repetir el ataque. Pero antes de
intentar el desembarco era esencial reducir al silencio los fuertes y poner
fuera de combate el Richeliu y los dos cruceros.
El Richeliu abrió fuego contra el
Barham que se encontraba a una distancia de 21 mil metros. El último submarino que queda de la Flota de
Vichy, el Bévérziers, lanzó cuatro torpedos contra el acorazado Resolution. Uno
lo alcanzó en el centro, provocando una gran vía de agua. Cunningham ordenó que
dos de sus destructores lo cubrieran con una cortina de humo, y mientras tanto
el Barham contenía al Richeliu, el Devonshire atacaba el fuerte Manuel y el
Australian abría fuego contra los cruceros franceses.
Acorazado Richeliu disparando una cortina de humo
Acorazado Richeliu disparando una cortina de humo
TRES BARCOS
Los tres barcos ingleses fueron
alcanzados por las baterías de la defensa.: el Barham una vez y el Australian
dos. El primero ceso el fuego y se retiró hacia el Sur, seguido por los dos
cruceros y cubierto por los cazas del Ark Royal. El Resolution que navegaba a
una velocidad máxima de diez nudos fue atacado dos veces por bombarderos que
volaban a una gran altura. Sin embargo, consiguió escapar sin sufrir mas daños.
Las escuadrillas francesas
pusieron de manifiesto su superioridad respecto a las británicas. El Almirante
Cunningham decidió, pues, renunciar al proyecto y todas las fuerzas recibieron
la orden de retirarse a Freetown.
Este fue el final de una empresa
nacida bajo signo adverso y basada en informaciones militares y políticas
inexactas. Ciertos actos de insubordinación en el momento de la acción inglesa
contra el Richeliu fueron erróneamente interpretadas en Londres. Al parecer se
tomaron como prueba de adhesión al gaullismo, cuando en realidad, habían sido
motivados tan sólo por razones relativas al servicio y la desmovilización.
DIRECTRICES
En cuanto a las directrices
británicas era ilógico atacar los barcos de guerra de Vichy en sus bases y
evitar en cambio un encuentro en mar abierto. El ataque a Dakar provocó la
orden de Vichy de una inmediata represalia, a base de dos incursiones aéreas a
Gibraltar que no ocasionaron grandes daños. Dakar continúo en poder de Vichy
hasta el año 1942, cuando los angloamericanos desembarcaron en el norte de
Africa. Entonces el puerto con toda la guarnición y los barcos hizo causa común
con los Aliados.
Hitler no supo interpretar la
indignación de Vichy tras ls episodios de Orán y Dakar. Un día después del fracaso de la Operación “Menaco” recibió un
informe directo del Almirante Raeder e el que le exponía los peligros de una
agresión contra la URSS-proyecto que el Führer ya forjaba e intento convencerlo
para que pensara primero e la derrota de Inglaterra, continuando la guerra en
el mar desde los puertos atlánticos
Raeder insistió, además, en una
política conciliadora con Francia para asegurarse el Africa y establecer el
predominio del Eje en el Mediterráneo. Pero el Führer tenía otras ideas. Su fracasado intento en
Hendaya para conseguir la participación activa de Franco en la guerra y la
actitud ambigua que adoptó en Montoire con Pétain, consiguieron el efecto
opuesto, provocando la hostilidad de los colaboracionistas de Vichy en vez de
asegurarse su apoyo.
CONSOLIDACION
Tampoco hay que olvidar algunos
resultados de la Operación “Menace”, por ejemplo, el estado en que quedaron los
cuatro cruceros de Vichy les impidió llegar hasta Libreville y De Gaulle pudo así consolidar su autoridad en
todo el Africa occidental francesa. El acorazado Barham regreso al Mediterráneo
requerido con urgencia y el Resolution se quedó en Gibraltar para ser reparado.
Otros buques que habían
participado en la operación sirvieron de escolta a las fuerzas de la Francia
libre que partieron e de Freetown hacia Douala, en el Camerún francés. Pero las divergencias entre De Gaulle y el
gobierno inglés respecto a las operaciones siguientes acabaron por provocar la
orden al Almirante Cunningham para que no apoyase al general en la conquista de Libreville y de
Port Gentil en el Gabón.
Cunningham traslado su insignia
al crucero Neptune y permaneció
temporalmente en Camerún para impedir cualquier posible intento de parte de
Dakar de restaurar la la autoridad e
Vichy en aquellas lejanas colonias. A mediados de Noviembre, con sus escasas
tropas, De Gaulle ya había conquistado todo el Africa ecuatorial francesa.
Considerado en su perspectiva
histórica, el fracaso de Dakar no fue más que un contratiempo. No obstante, en
el momento en que el mundo se preguntaba si Inglaterra podría oponerse sola al
imperialismo alemán, constituyó un duro golpe para su prestigio. (Editado, resumido y condensado de la
Revista “Así fue la Segunda Guerra Mundial”).
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