Indiscutiblemente que ha sido un
duro golpe a la mafia la caída sorpresiva en manos de la policía colombiana y
peruana del delincuente, Rodolfo Orellana Rengifo, cabeza visible y principal de una nefasta y peligrosa
organización que ha amasado, con sus fechorías
de tráfico de terrenos y otras actividades completamente ilícitas
incluso relacionadas con el narcotráfico durante más de 10 años en plena impunidad,
la astronómica suma de 100 millones de dólares. Ahora toca juzgarlos a plenitud
a él, sus cómplices y colaboradores, de toda clase y condición, quienes
cometieron innumerables delitos
La voz inocente de un niño que hablaba por teléfono con su madre,
pidiéndole comida porque “el tio Rodolfo estaba con hambre”, le sirvió como
coartada perfecta a los custodios del orden para dar con el hampón, en vista de
que tenían pinchados y chuponeados varios
teléfonos del entorno de uno de los hombres más buscados por su
peligrosidad.
Orellana había logrado con éxito
salir del país y esconderse en la casa de una de sus ex cuñadas que también está
metida en la colada delincuencial, ubicada en
la calurosa y alegre ciudad colombiana de Cali. Nadie lo había visto.
Lo encontraron al interior de la
vivienda que fue allanada medio soñoliento, con varios kilos de menos y
luciendo una camiseta BVD y un pantalón azul sucio y manchado con pintas
blancas. No le quedó otra que identificarse con sus nombres completos y
subrayar, con cinismo imperdonable, que era “un perseguido político”. Situación
que, evidentemente, es falsa por sus cuatro costados.
El delincuente Orellana con la policia que lo capturó en Cali.
El delincuente Orellana con la policia que lo capturó en Cali.
URRESTI
Los trámites se hicieron con
rapidez inusitada y, en poquísimos días, el delincuente fue traído esposado al
país por vía aérea, acompañado por el Ministro del Interior del Perú, General
Daniel Urresti, quien llegó a esa localidad para arrestarlo personalmente.
La autoridad gubernamental
aprovechó la oportunidad para figuretear, como suele hacerlo siempre de forma
incluso ridícula. Esta vez los hechos registrados lo favorecían y aprovechó
para lanzar sus cantaletas de efectividad y optimismo. Evidentemente que no era
el momento. Sin embargo, cierto es que la policía actuó con eficiencia y es
acertado expresarle felicitaciones por lo conseguido.
También ha caído presa la hermana del delincuente, Ludith Orellana,
que ahora esta en el anexo de máxima seguridad del penal de mujeres de
Chorrillos. Lo mismo ocurrió con otro que se fugó que era su socio principal,
el Coronel (r) de la ´Policia, Benedicto Jiménez, privado de la libertad para su
juzgamiento en Piedras Gordas. Los tentáculos de la mafia se acortan
considerablemente.
El Ministro Urrresti: figureti.
El Ministro Urrresti: figureti.
ADVERTENCIA
La captura de estos malhechores
es una advertencia importante al crimen organizado que penetró con sus
fechorías al Estado con alevosía comprobada y audacia total. La etapa de juzgamiento será crucial para desentrañar
el modus operandi del grupo inescrupuloso, estimar exactamente su extensión,
identificar a las víctimas, juzgar a sus cómplices y conocer al detalle el
grado de infiltración en las
instituciones y en la sociedad misma.
Hay que comprobar si se llegó con
efectividad al Congreso de la República, los partidos políticos, la justicia,
la fiscalía, los registros públicos, los medios de comunicación, los gobiernos
regionales y los municipios.
Todo esto porque hay sospechas de
que altas autoridades del Parlamento, el Ministerio Público y el Poder Judicial
serían parte del entramado. Por ello mismo es necesario que la justicia actúe
con celeridad y probidad y que evite dilaciones que conduzcan al olvido.
El caso debe ser resuelto como
una lección del estado de derecho contra el
crimen organizado. Tengamos presente que hay cientos de ciudadanos despojados
de sus propiedad inmobiliarias, estafados que ahora esperan recuperarlas cuanto
antes.
Los entendidos dicen que este no
es un tema exclusivo de Orellana. Involucra a numerosos jueces, notarios,
registradores que participaron activamente en los despojos. Muchos de ellos
siguen en sus cargos, probablemente esperando que pase la tormenta sin
tocarlos. Urge acabar con la impunidad y estemos atentos a lo que pase con la justicia.
Orellana,definitivamente, merece la cárcel porque mucho daño ha hecho en contra de infinidad de personase. Les ha quitado y su casa y sus terrenos, sorprendiendo la tranquilidad jurídica y registral del país. Ya es hora de que los pillos paguen lo que hicieron mal y en contra de la sociedad. (Jesús Gelson)
ResponderEliminarHay que asegurarse que al bribón de Orellana le caiga todo el peso de la ley. Ha hecho tanto daño a infinidad de personas que perdieron inclusive sus casas y terrenos. Esperemos que sea asi. (Javier Palacios)
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