La corrupción sigue siendo el
tema que domina el escenario político de los últimos días del año. Eso, por
donde se le vea, está bien si, efectivamente,
se quiere esclarecer lo ocurrido. Lo malo es que hay mucha oscuridad de por
medio y tal desmadre contradictorio
que pareciera, con cierta seguridad y persistente duda, que por el momento nada
se aclarará enteramente, mellando así,
por completo, la moral y la ética tan necesaria para el Perú.
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Entre los hechos sospechosos y concretos
que han merecido suspicacias de todo tipo figuran evidentemente en primer
lugar, lo del operador Martín Belaunde
Lossio que sigue fugitivo y la policía a despecho del figuretti Ministro del lnterior, Daniel Urresti, está en el limbo y no lo
encuentra.
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No se sabe, realmente, si hubo o
hay protección o no la hay de parte del Gobierno a favor de este supuesto
delincuente de marca mayor que habría tomado a los gobiernos regionales como su
botín principal, aprovechando sus relaciones con la inefable pareja presidencial,
conformada por Ollanta Humala Tasso y
Nadine Heredia. Tal disyuntiva,
evidentemente, enardece a la opinión pública.
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Pareciera que se está negociando
con el propio oficialismo y con sus representantes más conspicuos para ver, a
las finales, quién paga el pato
efectivamente. Para variar y complicar el asunto, el Ministro de Justicia, Daniel Figallo Rivadeneyra, está acusado
de intromisión en los asuntos de los procuradores del Estado, a fin de proteger al amigo de la pareja
presidencial. La censura parlamentaria, que de todas maneras vendrá, puede
aniquilar por completo a tan zarandeado representante del Ejecutivo. Que, dicho
sea de paso, profesionalmente, vale: se trata de un abogado de prestigio entre
los miembros del foro
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Concretamente se le imputa a este
alto funcionario de haberse reunido
indebidamente con los abogados del estado, la Procuradora Adjunta Jenny Vilcatoma de la Cruz a cargo de
la investigación de “La Centralita” y Joel
Segura de la misma repartición pública, conjuntamente con el Asesor
Presidencial, Eduardo Roy Gates, con
el objeto de que Belaunde pase, a como de lugar, a ser
colaborador eficaz. Cierto es que el
personaje cuestionado niega tal versión.
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Nadie puede negar que la
presencia del consejero al más alto nivel es sinónimo, por donde se le vea, del
interés de la pareja presidencial por tapar las cosas y dar versiones
exclusivas de conveniencia. No las verdaderas ni las reales. No hay otra explicación coherente,
evidentemente.
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La ayudita es para que no comprometan ni se
tiren en contra de los habitantes principales de Palacio de Gobierno, el buen Ollanta y la admirable Nadine.
Que tal parejita. Si, efectivamente, preocupados están, como dijo la Primera
Dama. Pero de lo que hicieron mal, de su pellejo y quizás hasta de su
conciencia. No hay muestras fácticas de preocupación por la corrupción o por castigarla.
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Aquí hay dos posiciones
encontradas. La de Vilcatoma que
pide, al Presidente de la República, la renuncia del Ministro por supuesta
inmoralidad y la de Figallo que no se cansa de negar los hechos.
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En el medio algunos otros procuradores, como Julia Príncipe, profesional que goza de buenos pergaminos de
honestidad y seriedad, Julio Galindo y
Joel Segura, quienes aseguran que jamás han recibido presiones. La
detractora fulminante y los leales constantes.
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El problema está en que el
Ministro destituyó a Vilcatoma, desde la televisión. Ella, a
su vez, zarandeó el cotarro político
porque, sin ningún empacho, mostró audios grabados con aparato escondido al
titular de la cartera de Justicia. No es badana la cosa. Honorabilidad no la
hubo. Si engaño, por decir lo menos. Eticamente censurable. Cayó en lo mismo de
lo que acusa a su superior jerárquico.
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El método, precisamente, de ninguna manera, es
el más adecuado que digamos. No es lo
usual. Ni tampoco lo decente. Menos, evidentemente, integro. Pero los audios
allí están y prueban, si bien no picardía ni delitos, pero si, de todas maneras,
el interés por Belaunde Lossio y eso,
evidentemente, llama la atención. La forma puede lindar en lo criticable pero
el fondo si que es rechazable. Allí si tiene razón Vilcatoma.
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La Procuradora se
defiende con todo y se ha convertido en
la victima de este escandalete que tiene para rato. Del perfil bajo saltó a la visibilidad total. Mientras que los
abogados se rompen la cabeza para señalar que si su actitud encuadra dentro del delito o está fuera de
ello. La señora se convirtió en experta grabadora de audios. No puede ser.
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Hecho de por si rechazable porque, obviamente,
se está sorprendiendo y engañando.
En este caso nada más y nada menos que a un ministro de estado. Vilcatoma dice que lo hizo por
recomendación de su jefe Salas y para
defenderse de quienes, precisamente, se entrometían a favor de la corrupción.
Será.
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Muchos sostienen que la ex procuradora
es una abogada incorruptible e incluso que su
vida corre peligro por las investigaciones realizadas a la Centralita, la
casa del enjuague cochino del
hampón César Alvarez. Entonces existe la
obligación de cuidar su vida. Sólo recordemos el asesinato de Nolasco en Ancash y allí a tomar
precauciones que ya sería el colmo de los colmos otra pérdida humana.
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Obviamente que un deceso de la ex funcionaria
nadie lo desea ni lo quiere. Salvo la mafia que, como está demostrado por sus
decisiones tan malignas, no tiene límite alguno. Hay la obligación de contener
los arrebatos criminales de los corruptos. No pueden ser los ganadores
absolutos de este entuerto.
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Eso está claro y tenemos que ser
precavidos. Lo que sí es un poco frustrante es que la abogada, muy suelta de
huesos, declare que no leía periódicos
y, por ende, no estaba al tanto de las noticias. No es lo usual tampoco que le
pida, al Presidente de la República, la destitución del Ministro de Justicia.
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Si uno no está de acuerdo con sus
superiores renuncia y se va a su casa.
Nada más y punto. Nadie es imprescindible. Ni
tampoco es coherente armar el lío de líos con fines determinados, con grabadora
de por medio.
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Tampoco la doctora Vilcatoma conocía a Roy Gates, demostrando carencia de contactos. Lo dice sin inmutarse
y, con los argumentos de que fue sorprendida, ha iniciado la lucha de su
reposición. Mientras tanto, los audios siguen aniquilando a Figallo.
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Para complicar más el asunto,
quien cuenta a la prensa todos estos
hechos es nada más y nada menos el ex Jefe de la Procuradoría Anticorrupción, Christian Salas, a quien se le
aceptó su renuncia porque, parece ser,
le causaba muchos problemas al gobierno de turno y no lo dejaban actuar
libremente. Eso, obviamente, está mal.
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Era, para muchos, el que quería destapar todas las
inmundicias a cargo y de responsabilidad del oficialismo. Sin embargo, por la forma en que actúan tan chuscamente los que fueron sus
principales conductores, la Procuraduría Anticorrupción parece ser un nido de
la indecencia e inconsecuencia laboral.
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Cada funcionario debe tener
arraigado principios morales y éticos de decisiones personales. En este caso,
tanto Vilcatoma como Salas, distan mucho de ello. Más allá
de sus aciertos en el desempeño de sus funciones que, muchos entendidos, los
consideran incluso valiosos.
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El problema primordial está que la corrupción
sigue allí latente y existe la obligación de combatirla a como de lugar. Quien no lo haga debe, de todas maneras, recibir el
castigo que le corresponde. Parte vital
del asunto presentado tan controvertidamente.
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A propósito el Procurador
reemplazante de Salas en la
conducción de la Procuraduría, Joel Segura,
está escondido y hasta ahora ni se ha pronunciado, como si no existieran
problemas. Se trata de un hombre de leyes que ha trabajado muy cercanamente a
César San Martin, uno de los mejores penalistas existentes en el país, hoy
Vocal de la Corte Suprema y juez del caso Fujimori. Qué espera Segura para pronunciarse
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En el intervalo, la Primera Dama,
Nadine Heredia, muy circunspecta,
sin ningún tipo de maquillaje en el rostro y con voz suavecita, declara sobre el asunto Belaunde y dice que su esposo y ella está molestos. Acá a nadie le interesa ello. Lo que se quiere
saber es qué grado de participación tuvieron los gobiernistas en los hechos de
corrupción. Nada se gana con la
molestia.
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Ni una palabra se registró en la boca de la
Primera Dama sobre las asesorías en
cuestiones capilares, habrase visto, y
de palma aceitera, que gran sorpresa. Ambas
como para sospechar de todas maneras y
desde un principio.
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Lo cierto y real es que experta o especialista
en estos temas tan disimiles, precisamente, no lo es. Sin embargo, ella recibió
por las consultorías más de 50 mil dólares, cuyo dinero le fue entregado por el
padre del involucrado con La Centralita, Arturo
Belaunde.
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Hay voces acusadoras que señalan
que la plata, cierto es que sin pruebas fehacientes de por medio, vino de las
arcas del gobierno venezolano chavista cuando, precisamente, el gorila del
llano estaba en el poder y era uña y mugre con Humala. De esta acusación que es seria, por supuesto que tampoco se le
escuchó hablar a la distinguida esposa del mandatario peruano.
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Definitivamente, no hay voluntad de esclarecimiento y es
la propia pareja presidencial que, con sus silencios y sus escasísimas
declaraciones, se ponen la soga al
cuello y los ciudadanos siguen en el peor de los ostracismos y vacíos para
efectivamente saber lo que ocurrió. No puede ser. Realmente inconcebible.
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Pero eso no es todo. Resulta que
acaba de designarse Presidente del Poder
Judicial a Victor Ticona Postigo, de desempeño por
años en distritos judiciales de Puno y Arequipa, involucrado con el sinvergüenza y ladrón de
terrenos de Rodolfo Orellana Rengifo,
por una resolución que firmó a su favor.
Su elección tampoco da confianza ni menos prestigio a este poder del estado tan
venido a menos.
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Por otro lado y con el objeto de
palear el temporal, el Presidente Ollanta Humala recordó el famoso caso
ocurrido durante el gobierno aprista de los petroaudios donde se han regalado
prescripciones, y por ende impunidad, a varios
de los inculpados como: Alberto Quimper, el lisuriento “don
Bieto” del famoso faenón, el dominicano Fortunato
Caanán con inversiones siniestras y otros
implicados.
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Lo mismo hizo Nadine Heredia. El problema está en que, el uno y la otra, a nadie convencieron
con las comparaciones porque lo que se necesita aquí, de parte del gobierno, es desarrollar
una efectiva y contundente política anticorrupción. Ella ni aparece. Entonces,
el reclamo popular sale a borbotones y con entera razón.
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Hecho en sí que no se ve en las decisiones del
régimen de forma clara. Hay muchos
nubarrones que hacen pensar que este flagelo campea y reina de forma precisa.
Las autoridades oficiales bien gracias y que siga la juerga. Nada se hace, nada
se consigue como antídoto.
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El caso de Oscar López Meneses sigue en
la órbita de ser una componenda siniestra donde ahora se pelean a muerte, e
incluso se sacan los ojos, dos de los congresistas investigadores. Juan
José Diaz Dios, del fujimorismo que
preside la comisión y Yohny Lescano,
de las filas de Acción Popular.
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El primero acusa al segundo de interferencia y
de que recibió llamadas a su teléfono celular de la propia mafia. Lescano, evidentemente, lo niega y dice
a los cuatro vientos que seguirá investigando y que, de ninguna manera, puede hacerle el
juego a la mafia.
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Pero de la crucial, no se sabe absolutamente nada. En efecto, hasta
ahora se ignora porque razones ocurrió el resguardo policial que tuvo en su
casa, ubicada en la zona residencial de Surco por 18 meses, el operador
montesinista que por mafioso pasó varios años en la cárcel. Menos de las
andanzas de López Meneses y si
efectivamente tuvo relaciones con Humala y el nacionalismo.
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Finalmente, la legislatura
parlamentaria se acaba el 15 de Diciembre y no hay mucha seguridad que se designe
al Defensor del Pueblo. Han quedado
en la palestra dos candidatos. El cuestionado oficialista Gaston Soto Vallenas y el que ejerce interinamente ese alto cargo,
Eduardo Vega. Esta omisión, si
ocurre, sería otra de las grandes fallas del mediocre Congreso de la
República. (Noé).
GRAN AMIGO Y TOCAYO: BUENOS DÍAS.
ResponderEliminarTe saludo, y a la vez agradezco tu fineza en tenerme presente con el envío de tu blog. Precisamente te comento que el blog último que se me ha enviado, parecería ser el mejor de todo el año. Pues, es de apreciar el enfoque ten centrado del último acontecimiento político que compromete a un colega nuestro de cuya honorabilidad no dudamos, pero lamentablemente cometió un error político que se debe pagar.
Recibe un abrazo, mi afecto de siempre, y que tengas conjuntamente con tu familia unas bonitas fiestas, y que te depare un muy buen año 2015.
Samuel Izquierdo
La podredumbre de podredumbres. Vamos camino a la era de Montesinos. Un ministro que quiere coaptar a los procuradores. Estos no de demuestran decencia personal. A los corruptos no se les juzga. Belaunde Lossio sigue escondido. La Procurada graba a mansalva. Todo podrido. No puede ser. Pobre Perú ( Alfredo Galleus
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