Sin embargo, cabe aclarar que si bien el origen de su gobierno es reprobable, no lo es la obra que dejó cuando detento el poder que fue prolífica y numerosa. En efecto, muchas veces acertada, aunque no se pueden tapar los errores y ambiciones, llenas de soberbia, en que cayó por querer detentar el poder cuando ya no era posible. En aquel entonces el predominio de Bolívar era inminente y con ideas claras para acabar con el poderío español, conforme se hizo impecablemente, tras las batallas de Junín y Ayacucho en 1824.
Jose de la Riva Aguero: primer presidente.
LA JUNTA EN ACCION
El Congreso instalado por San
Martín encargó al Poder Ejecutivo a un grupo de tres diputados que se denominó
la Suprema Junta Gubernativa, la misma
que estuvo presidida por José de la Mar. Este organismo con sus huestes atacó a
los realistas concentrados en el centro y el sur peruano, organizando dos
ejércitos. Pero los desastres sufridos en Torata y Moquegua exacerbaron al
pueblo que exigió la constitución de un nuevo gobierno.
Tal grave situación dio lugar al
primer golpe militar de la historia republicana peruana. El Ejército del Centro
que se encontraba acantonado, cerca de Lima, solicitó la disolución de la Junta
Gubernativa en el denominado Motín de Balconcillo. Las tropas avanzaron
amenazadoramente hacia la capital.
La Junta Gubernativa cayó el 27 de Febrero de 1823. Momentáneamente
tomó el poder José Bernardo de Tagle, Marqués de Torre Tagle hasta que se eligió,
por la fuerza, a Riva Agüero como Presidente de la República. Incluso, con el poder a cuestas, lo
ascendieron a Mariscal.
Si bien el origen de su gobierno
fue criticable y espúreo, también es verdad que el régimen que presidió puso al
Perú en condiciones de terminar por cuenta propia la guerra de la Independencia.
En ese sentido, se abocó a una labor de organización y mejoramiento del
Ejército, poniendo gran empeño en aumentar sus efectivos con elementos
peruanos.
DECISIONES
Nombró como Jefe de las fuerzas
militares a Andrés de Santa Cruz y
ordenó al Comandante Antonio Gutiérrez de la Fuente formar grupos de reserva en las provincias del norte de
Trujillo. Le encomendó, además, al Coronel Ramón Castilla la creación del Cuarto
Escuadrón de Húsares
Asimismo creó la Escuela Naval y
formó la primera escuadra peruana, cuyo mando estuvo a cargo de Jorge Martín
Guisse. Envió misiones diplomáticas a Colombia, Chile y Argentina, con miras a
consolidar el proceso de la
Independencia.
Gracias a la intervención de
Bolívar, comenzó a llegar al Perú las primeras tropas dirigidas por el General
Antonio José de Sucre. Consiguió un empréstito del gobierno chileno y una ayuda de hombres y materiales para
continuar la guerra. Logró un empréstito de libras esterlinas por parte de
Inglaterra, el primero de la historia republicana del Perú, cuyos fondos sirvieron
para su obra gubernativa.
Emprendió la Segunda Campaña de
Intermedios y atacaron a los españoles que dominaban el sur del país. Esta
expedición la comandó el General Santa Cruz y como Jefe de Estado Mayor se
desempeñó el General Agustín Gamarra, quienes desembarcaron sus fuerzas en
Iquique, Arica y Pacocha. También se avanzó hacia el Alto Perú.
En plena juventud
En plena juventud
A TRUJILLO
Los patriotas obtuvieron al
principio algunas victorias. Gamarra ocupó Oruro y Santa Cruz La Paz. Pero la
reacción realista no se dejó esperar. El
Virrey La Serna ordenó a sus generales atacar
y ocurrió la Batalla de Zepita el 25 de Agosto de 1823, a orillas del
lago Titicaca. Los independistas quedaron dueños del campo, sin obtener una
victoria decisiva.
Santa Cruz ordenó la retirada
hacia la costa, siendo de cerca perseguido por las fuerzas españolas. A esta
campaña se le denomino “La del Talón”. Santa Cruz no paró de llegar hasta Ilo, donde se embarco con 700 sobrevivientes. La
campaña resulto un fracaso para los
patriotas.
Al quedar Lima desguarnecida, el
General español Canterac avanzó desde la sierra contra la capital. Riva Agüero
ordenó, entonces, el traslado de los organismos del gobierno y las tropas a la
Fortaleza del Real Felipe. Las fuerzas españolas ocuparon Lima.
En el Callao estalló la discordia entre el
Congreso y Riva Agüero. El Congreso resolvió que se trasladasen hacia Trujillo
los poderes Ejecutivo y Legislativo. Se creó, además, un poder militar que confió a Antonio José de
Sucre y acreditó una delegación para solicitar la colaboración personal de
Simón Bolívar en la guerra contra los españoles
Enseguida, el mismo Congreso
concedió a Sucre facultades iguales a las del Presidente de la República y se
dispuso que Riva Agüero quedara exonerado del mando supremo. Este no acató la
disposición congresal y se embarco a Trujillo con parte de sus autoridades.
ANARQUIA
Mantuvo su investidura de
Presidente, decretó la disolución del Congreso y creó un Senado integrado por
diez personas. Formo, adicionalmente, tropas. Mientras que en Lima fue
nuevamente convocado el Congreso convocado por el Presidente provisorio Torre
Tagle. El Parlamento reconoció a este último como Jefe del Estado. La anarquía
cundía en el territorio nacional, con dos presidentes de por medio.
Riva Agüero empezó a negociar una tregua con los españoles, con el
fin de oponerse a la autoridad de Lima. Pero Bolivar abrió campaña en contra
suya. Antes de que se desatara la guerra, Riva Agüero fue apresado por sus
propios oficiales encabezados por el Coronel Antonio Gutiérrez de la Fuente,
quien desobedeciendo la orden de fusilarlo lo envió al destierro en Guayaquil.
Pero no renunció a su vocación por el poder y pasó
a Europa donde, sin conocer la Capitulación de Ayacucho, buscó el apoyo de
Inglaterra con ciertos planes para destruir el poderío español. Era ya tarde. Las fuerzas patriotas se habían impuesto a
los realistas.
En 1826, se casó con la Princesa
Belga Carolina Arnoldina Irene de Looz Corswarem. Por entonces corrieron
rumores de que se aprestaba a salir de Bruselas rumbo hacia América al frente
de una expedición con el objeto de coronarse rey del Perú. También se habló de
la posibilidad de coronar a un príncipe alemán y el ascenso al poder del infante Francisco de Padua. Nada de esto
ocurrió. Ni siquiera la travesía.
La Independencia del Perú lo conto entre sus adherentes.
La Independencia del Perú lo conto entre sus adherentes.
MARISCAL
Abandonó Europa y se estableció
en Santiago de Chile, dando a conocer que estaba colmado de deudas. Retornó a
su patria cuando se cumplió su proscripción en 1831. Lo recibieron y fue recibido,
con cierto aprecio, por parte de la población.
Consiguió que judicialmente se le
exonerase de las responsabilidades derivadas de sus errores políticos. Alentaba
la ambición de recuperar el poder. Lo eligieron Diputado por Lima a la
Convención de 1833. Poco después lo acusaron de estar comprometido en una
conspiración contra Gamarra y fue
exiliado en Guayaquil.
La Convención Nacional convocó a
los colegios electorales para las elecciones congresales y del presidente
sucesor de Gamarra. Como candidatos se presentaron Pedro Pablo Bermúdez,
Domingo Nieto y Luis José de Orbegoso. Riva Agüero, en ausencia, también lanzó
su candidatura.
Estos comicios se frustraron
porque se efectuaron parcialmente. Riva Agüero triunfo en Lima, aunque en sus
memorias se atribuyó el triunfo a nivel nacional. La Convención decidió elegir
un presidente provisorio. El cargo recayó en Orbegoso.
Ya de vuelta de su destierro,
apoyo a Orbegoso. Logró su reincorporación al Ejército, consiguiendo su rango
de Gran Mariscal. Estuvo en la campaña contra los gamarristass y bermudistas
descontentos con la elección del trujillano. La guerra civil acabo con el “Abrazo de Maquinhuayo”.
Orbegoso fue apoyado por Riva Agüero.
Orbegoso fue apoyado por Riva Agüero.
PLENIPOTENCIARIO
Tras el golpe de Salaverry, viajó
a Chile y lo acreditaron como Ministro Plenipotenciario en octubre de 1835. Logró
que se desconociera la misión que allí desempeñaba Felipe Pardo y Aliaga en
nombre de Salaverry. El problema estuvo
en que se mezcló en asuntos internos chilenos que lo obligaron a suscribir
explicaciones públicas.
Cuando término a su misión, se preparaba la Primera
Expedición Restauradora en contra de la Confederación Peru. Boliviana,
encabezada por Santa Cruz. Retornó al Perú y fue designado Presidente Provisorio
del Estado Nor peruano, en reemplazo de Orbegoso. Ejerció precariamente su
autoridad hasta que derrotaron a los confederados en la batalla de Yungay. Ello
significó el fin de su carrera política.
Una vez más partió al destierro
de Guayaquil y allí permaneció hasta 1845. Nuevamente retornó al Perú y,
apartado de toda actividad pública, se dedicó a las labores agrícolas. Durante
sus últimos años, escribió sus memorias que se publicaron póstumamente bajo el
seudónimo de P. Pruvonena. Falleció el 21de Mayo de de 1858 y fue enterrado en
el Cementerio Presbítero Maestro. Posteriormente trasladaron sus restos al Mausoleo
de la familia Riva Agüero y Osma.
De la unión con la princesa belga
tuvp cinco hijos: José, Carolina,
Carlos, Alfonso y Andrés. El primero fue Canciller de la República entre 1871 y 1875, bajo el gobierno de Manuel Pardo
y es recordado por haber concertado la alianza entre Perú y Bolivia en 1873,
unión que fue una de las razones para que Chile desencadenase la Guerra del
Pacífico.
FIGURA
El hijo de José, Enrique de la Riva
Agüero y Riglos resultó tres veces Canciller y Primer Ministro del Peru. Un
bisnieto del prócer fue el notable historiador, José de la Riva Agüero y Osma,
último marques peruano de Monte
Alegre de Aulestia. ( Ver artículo sobre este último en el archivo
del blog de fecha 27. 09.11, bajo el titulo “Comparaciones: Riva Agúero y
Cipriani)
Riva Agüero y Sánchez Boquete
perteneció a una familia aristocrática limeña y resultó un decidido partidario
de la causa independentista, desde muy
temprano. Estuvo en España en tiempos de la invasión napoleónica, afiliándose a
las logias que por entonces laboraban a favor de la emancipación de América.
Dese 1810 y hasta la llegada de
San Martin fue la principal figura de las conspiraciones anticoloniales.
Colaboró con San Martin antes y después de su arribo al Perú. Establecido el Protectorado fue
nombrado Prefecto de Lima.
Su padre fue el español José de
la Riva Agüero y Basso della Rovere, miembro de una distinguida familia
italiana por el lado materno. Caballero de Carlos III y Superintendente de la
Casa de la Moneda de Lima, quien se instalo en el Peru en 1777. Su madre fue
María Josefa Sánchez Boquete y Román de Aulestia, limeña perteneciente a la
nobleza colonial del Perú.
Símbolos de la Confederación Perú Boliviana
Símbolos de la Confederación Perú Boliviana
CONDECORADO
Bautizado en la Parroquia de San
Marcelo de Lima. Completo su educación juvenil en España. Estuvo en Francia en viaje
de recreo. Nuevamente en Madrid fue condecorado con la Orden de Carlos III y
movido por al ardor nacionalista que provocó la invasión napoleónica se alistó
en el ejército español y participó en algunas acciones iníciales contra los
franceses en Guipúzcoa, Burgos y Córdova.
En la madre patria, formó parte de varias logias que apoyaban la
libertad y la independencia de América. En el transcurso de su viaje al
Perú decidió apoyar a los patriotas. Por
Buenos Aires, Montevideo y Mendoza
esquivó a la policía porque se entero que lo iban a obligar a volver a España.
Trabajó en el Tribunal Mayor de Cuentas de Lima.
En la capital se relacionó con
diversos grupos de rebeldes y mantuvo correspondencia a con los de Buenos Aires
y Chile, donde ya se habían instalado Juntas de gobierno. Dirigió la logia de
Lima que funcionó en su casa situada en la calle Santa Teresa (hoy quinta
cuadra del Jirón Puno) Estuvo implicado en casi todas las conspiraciones
limeñas, por lo que fue constantemente vigilado por las autoridades y
eventualmente perseguido.
CONTACTOS
Estuvo por aquel entonces en contactos
permanentes con San Martín, quien luego
de afianzar la independencia de Chile planeaba pasar al Perú. Le envió datos
valiosos sobre la situación de los realistas y contribuyó a definir el Plan de
Operaciones del Ejército de los Andes de atacar por la costa central no limitarse a desembarcar por Arica para
penetrar en el Alto Perú, como era el plan original.
Por aquel entonces, a un mensajero
de San Martín lo capturaron con correspondencia dirigida a Riva Agüero. El
Virrey Joaquín de la Pezuela lo confinó en Tarma, mientras que se disponía un
barco para que lo llevase preso a España. La apelación legal y el desbarajuste
ocasionado por la llegada de la Expedición Libertadora motivaron que la medida
deje de cumplirse.
Laboró a en la causa independentista, convenciendo a muchos oficiales para
que desertaran de las tropas realistas. Fue uno de los que influyeron en el
paso del célebre Batallón Numancia a las filas patriotas.
Del mismo modo promovió la
organización de guerrillas para que cortaran los accesos de Lima. Contribuyó
también a producir la división y el desacuerdo entre los propios generales
españoles e introdujo en el ejército realista espías dobles.Prestigiado
con tantos servicios prestados a la causa patriota, Riva Agüero se presentó
ante José de San Martín en el cuartel de Huaura. Participó luego en la marcha
sobre Lima, donde entró el 9 de julio de 1821.Allí, recibió el grado de Coronel
de milicias.
Cabe precisar
que perdió la confianza de San Martín por haber promovido la expulsión del Ministro,
Bernardo Monteagudo, personaje odiado por su monarquismo y las medidas severas
que dictó contra los residentes
españoles de Lima.
Su vida fue
agitada pero productiva a pesar de sus grandes errores que muchas saltaron a la
vista como expresión de altivez e inmodestia. Pero si fue un convencido, a
pesar de sus blasones de nobleza de los cuales se enorgullecía a raudales, de
que la libertad y la independencia eran lo mejor para el Perú. Tal fue su
principal contribución y por eso pasó a la historia reluciente del Perú. (Noé)
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