La bicicleta, aunque no lo
parezca, es cosa realmente antigua. Dicen los eruditos que ya en el siglo XVII
se usaban unos aparatos de dos ruedas, sin pedales llamados celeríferos, a los
que sus cabalgadores daban impulso apoyándose en tierra con los pies y elevando
luego éstos en una postura que los viejos grabados nos hacen aparecer ridícula.
Apareció después el triciclo,
aparatoso y lento. Y más tarde el biciclo de rueda delantera gigantesca,
especie de monumento rodante que como hemos visto en evocadoras estampas
montaban unos señores estrafalarios de patillas volantes. Es en 1885 cuando los
hermanos Stanley, ingleses, inventan la bicicleta de dos ruedas iguales. Eran
sin embargo, unos artefactos rechinantes y poco veloces. Solo cuando el famoso
Dunlop crea el neumático, la bicicleta alcanza su verdadera importancia.
La moda impone esta curiosa
invención. En todas partes aparecen ciclistas, se idean excursiones, carreras,
interviene el sport y queda consagrada la nueva diversión. Las primeras
bicicletas que llegaron a Lima fueron de aquellas de la rueda grande a la rueda
chica y según nuestros apuntes los primeros en dar con ellos tumbos por
nuestras desniveladas calles fueron los señores Zender, Jacobi y don Alberto
Tiravanti, aquel suizo simpático que se
doctoró en Ciencias Políticas y Administrativas, perteneció a los grupos
carolinos y en su botica de la esquina de San Carlos y Chacarilla tuvo una
pintoresca tertulia de universitarios guadalupanos.
Distintos tipos de bicicletas a lo largo de la historia.
Distintos tipos de bicicletas a lo largo de la historia.
LAS PRIMERAS
Pero las primeras bicicletas
propiamente dichas las trajeron los
jóvenes Miró Quesada de Europa en 1890. Eran de llantas sólidas y por su
aspecto las bautizaron los muchachos de esos tiempos que las vieron con estupefacción,
con el mote de las “arañas”.
Carlos Solari tuvo, también, una
de esa clase. Con llantas neumáticas una de las primeras que hubo en Lima la
tuvo Carlos Zavala Loayza, entusiasta precursor del ciclismo ayer y hoy alto y
grave funcionario judicial.
La primera referencia periodística
que hemos encontrado sobre las bicicletas está en “El Comercio” del 23 de
Septiembre de 1895 en que se da cuenta de unos juegos atléticos realizados en
la Cancha Meiggs, bajo la dirección y organización del Club Regatas Lima y de
la Compañía de Bomberos del mismo nombre.
El alma de ellos, como se sabe,
fue Ricardo Ortiz de Zevallos y Vidaurre. El periódico habla de carrera de
velocípedos para niños y dice que tomaron parte Carlos Zavala, J Wells y H
Weiss, ganó Zavala.
Fue pues el simpático y talentoso
fiscal de nuestro Tribunal Superior el primer campeón de ciclismo que hubo
entre nosotros. Los tiempos eran aún incipientes en materias deportivas. La
sección que las reseñaba en los diarios era la de espectáculos.
Una de las primeras.
Una de las primeras.
NOMBRE
El nombre de los aparatos no era
el que les correspondía, porque cualquiera al leer puede imaginar que se trata
de simples velocípedos y el terreno en que corrieron los ciclistas de entonces
era la pista polvorosa, como una senda de chácara, de la vetusta “Cancha
Meiggs”.
Un colchón de tierra fofa y en
algunos lugares unas malolientes y verdinegras charcas de agua. La carrera fue
emocionante por sus dificultades. Weiss cayó, y sobre él Wells, que volvió a
montar y siguió corriendo. Zavala casi se empantana y por fin después de una
serie de peripecias ganó la carrera de una milla en el atortugado tiempo de
seis minutos y veintisiete segundos.
El 27 de Diciembre, según lo
cuenta “El Comercio” del 30, hubo una carrera interescolar entre Alfredo Jacobi
y los hermanos Alfredo y Arturo Crosby, que salieron vencedores. En la de
carácter internacional salió vencedor Francisco Crosby que corrió la milla en 4
minutos y 16 segundos. Ya pueden apuntar estos records los entusiastas miembros
del Club Ciclista de estos días vertiginosos.
A partir de 1895 se identifica la
afición por las bicicletas. Una serie de jóvenes se dedican a este deporte. Se
encargan aparatos a Europa y a Estados Unidos. Un buen día aparecen por las
calles, en fila, todos los Crosby en bicicleta.
Los encabeza su señor padre. Cierra la marcha,
que resultó emocionante, el menorcito en una bicicleta que parece de juguete.
El asombro de la gente los sigue entre un ululante ladrido de perros y un
apresurado santiguarse de viejas. La bicicleta se impone.
1896
El año 1896 ya son legión los ciclistas.
Narciso Fajardo Barrera, un colombiano simpático y emprendedor, abre la primera
agencia en la calle de Lescano y establece el sport en las calles de Mercaderes
y Espaderos que tenían un pavimento apropiado de tacos de madera que cuando se
hinchaban en invierno formaban barrigudos desniveles que los ciclistas se complacían en saltar como
si fueran por montañas rusas.
El tráfico permitía entonces esos
lujos. A las 11 de la noche del Jirón de
la Unión hasta la Calle Boza y más tarde hasta Juan Simón, era lugar de
ensayos, carreras y acrobacias. Por más esfuerzos que hemos hecho en esta
trascendental investigación histórica, no hemos logrado saber quién fue el
primero que sin cogerse del timón pasó, como un celaje, ante el público
entusiasmado que se estacionaba en las aceras.
¿Fue Gastón Godoy? ¿Fue
Petitjean? ¿Fue Enrique Manuel Arrtola? ¿Fue Fajardo? ¿Fue Rivera?No lo sabe el
cronista. Así son las injusticias de la historia. Pero ese día, con ese
espectáculo, existió y pocas veces seguramente, hubo mayor asombro, mas
aplausos y mas vivaces comentarios entre los concurrentes del jirón central.
Otro modelo antkiguo.
Otro modelo antkiguo.
MALABARISMOS
Después vinieron los
malabarismos. De pronto un ciclista dejaba los pedales, ponía los pies en el
asiento, alcanzaba al amigo que hacía otro tanto, se emparejaban y una vez
juntos, manejando ambos y respectivamente con una sola mano, con la otra se
abrazaban y así hacían la bicicleta melliza, que no pocas veces fue causa de
sonados porrazos en pleno Jirón de la Unión.
Aquel año de 1896 fue el más entusiasta..
Artola, los Sosa, los Ferreyros, los Dañino, Hermoza, Godoy, Paul,
Incháustegui, Pancho Canaval, que tuvo la primera bicicleta de carrera, Ramos
Petitjean, Bechet, Jascoby, Dreyfus, Labrousse, Fajardo, los Crosby, Aservi,
Coloma, los Miró Quesada, Zavala, fueron de los primeros y más entusiastas
ciclistas de esos días.
Las agencias continuaron estableciéndose.
Rivera abrió una en la calle de Boza. Los muchachos alquilaban las maquinas y
se iban con ellas a la Alameda Grau, a los Descalzos, a la Exposición y a punta
de golpes aprendían.
Por cierto que el doctor
Belisario Sosa Artola no habrá de rectificarme si cuento que en la Exposición,
montando una bicicleta de esas grandes y corcoveadoras, arrolló a una muchacha,
la metió al kiosko de los boletos y sufrió una serie de arañazos diestramente
propinados por la estropeada.
ENTIDAD
En ese año el doctor Pedro de
Osma, a quien tanto debe el ciclismo en el Perú, ideó la formación de una
entidad que respondiera al número, calidad y entusiasmo de los ciclistas. En
una primera junta se encargaron de la organización de los trabajos dirigidos
por el doctor Osma, Godoy, Artola, Fajardo, Gildemeister y Crosby.
La reunión preliminar se realizó
en el bar de la Bolsa en la calle de Jesús Nazareno el 22 de Diciembre. Hubo
una concurrencia excepcionalmente numerosa, discursos, vivas y quedó fundada la
“Unión Ciclística Peruana nombre que tuvo primero el Club Lima.
El Comité elegido fue el
siguiente: Presidente, Pedro de Osma. Secretario, Carlos B. Cisneros. Tesorero,
Carlos Gildemeister. Miembros de la Comisión de Reglamento: Rafael Domínguez,
Ramón Parra Almenar, C.B. Cisneros, Francisco L, Crosby (hijo) y E Boteri.
En una reunión de la “Unión
Ciclista Peruana” se habla de la posible fabricación de maquinas en el país.
Emilio Crosby pide patente para una llanta de su invención. El entusiasmo y la
preocupación son generales. Federico Blume publica artículos propiciadores de
la afición
En Paita hay un club con 10 bicicletas.
En Chicama otro con 5, En Huancayo con 10. El Intendente de Lima Gonzalo Tirado publica una nota sobre la
vigilancia del tráfico que se ha intensificado con las bicicletas. Hasta los
periódicos tienen secciones que se titulan “en bicicleta”.
Antes de la competencia y listos para correr.
Antes de la competencia y listos para correr.
VITASCOPIO
La novelería por el ciclismo
continúa creciendo en 1879 en que ya un aviso de la casa Newton se titula
“carreras de bicicletas”. En esos días se acentúa en todos los órdenes el
movimiento precursor de la transformación que se ha operado en Lima. Un soplo
renovador y progresista se deja sentir.
El 4 de Enero de 1897 se exhibe
por primera vez en Lima el cinematógrafo al que se llama también vitascopio. El
Estrasburgo estuvo de gala. Asistió el Presidente y la función ue amenizada por el fotógrafo
Edison.
Manuel Moncloa escribió una obra
teatral que dedicó a la Unión Ciclistica Peeruana y que tituló “En bicicleta”.
La noche del 31 de Enero se realizó el estreno y el Club Ciclista Lima obsequió
al autor una corona.
Hubo un comité directivo
permanente en reemplazo del provisional. Presidente, Pedro de Osma. Tesorero,
Carlos Gildemeister. Secretario, L Crosby. Prosecretario, Francisco Tudela.
Vocales: Bourrié, Astete, Antonio Miró
Quesada, Carlos Cisneros, Aráoz, Carlos Bar, Masson, Bretoneche, Lafargue,
Zavala, Gastón Godoy y F. Canaval.
Estrenó su agencia Rivera. Hay un
suelto en “El Comercio” que se titula “entusiasmo ciclístico”. El maestro Tapia
de la bomba “Cosmopolita” escribió un vals que se tocaba mucho en las retretas
de esos días y al que bautizó con el obsesionante nombre de “Bicicleta”.
SUCESOS
En el año 1897 en que se
estableció definitivamente el Club Ciclista ocurrieron muchos sucesos dignos de
recordación, bajo la activísima dirección de Osma se ocupó en una serie de
cuestiones interesantes: trató de que se mejoraran las calzadas y alamedas,
inició los trabajos para una pista a Chorrillos, procuró que se rebajaran los
derechos de aduana para la introducción de maquinas y propició la construcción
de ellas en el país.
Los señores Umlauff y Crosby se
comprometieron a traer bicicletas a precios cómodos y el señor Ashford aseveró
que las haría en el país siempre que se le asegurara la compra de unas 30. En
el Club de la Bomba Cosmopolita se acordó construir un velódromo. Los diarios
de la época comienzan a dar a la bicicleta una gran importancia vinculadora y
social.
SE improvisa en la Magdalena un
velódromo en la evocadora placita con motivo de un match de tiro entre los
clubes Lima y Bellavista. Los vencedores de ese día fueron Petitjean, Godoy y
Ramos. Los ciclistas comienzan a irse audazmente a Chorrillos por la línea del
tren.
A un ciclista lo cogió el tren a
la altura del Buen Pastor. La bicicleta quedó destrozada, pero al ciclista no
le pasó nada. Hubo en el casino de Chorrillos una carrera de gana-pierde. 60 ciclistas
se dirigieron a La Legua. Partieron de la Plaza de Armas. En esas carreras ganó
la de mil metros Fajardo, saliendo segundo Artola, después de haberse caído.
Una variedad de modelos.
Una variedad de modelos.
OTROS GANADORES
La de 800 metros también la ganó
Fajardo. Godoy corrió herido. Artola venció en el gana-pierde. Había un
chilenito Hübner que era una maravilla en ciclismo. Tan pintoresco y acrobático
era todavía el deporte, que en cierta ocasión se organizaron unas carreras en
las montañas rusas de la Exposición, carreras que ganó Godoy.
Las primeras ciclistas en La
Punta fueron Clara Han de Seminario, las señoritas Echenique, Oliva y Ortiz de
Villate. En los juegos atléticos de 1897 realizados en el Club Revolver se
sorteó una de las primeras bicicletas “Remington” y la obtuvo el joven José
Enrique Gálvez.
Ese mismo año se fundó el Club
Ciclista del Callao cuyo primer presidente fue Manuel Moral. Corrieron limeños
contra chalacos y ganó el limeño Rivera.. Muy buenos ciclistas en el vecino
puerto eran Gustavo Krug, Carlos Palacios y Leopoldo Payetaca.
Lo sensacional y atrevido fue la
excursión que hicieron de Lima a Pisco el mismo Manuel Rivera y Joaquín
Incháustegui que pertenecían al Club Ciclista y a la Sociedad Zapadores del
Ciclismo. Rivera montaba una maquina Spaulding, Incháustegui una Columbia. El raid tenía bemoles y puso de
relieve las grandes condiciones de carácter de ambos ciclistas.
En El Comercio se hablaba de
todos los peligros de esos días: de los toros de Villa, de los arenales, hasta de los bandoleros de la
tablada y de Cañete. Los ciclistas, después de pasar la pena negra llegaron a
Pisco y regresaron a Lima por vapor, siendo recibidos en el Callao por una
valiosa comitiva de ciclistas que con ellos hicieron triunfal entrada a Lima
por la carretera.
ESTRENO
El velódromo se estrenó el 17 de
Octubre de 1897. Corrieron Petitjean Godoy, Krug, Magot, Ferro, Naranjo,
Mendoza, Ghiaghersi, Palacio, Rosas, Gonzáles, Moral, Jochamovitz, Botteri,
Labarthe, Gamero, Tealdo y otros. La primera carrera de 5 kilómetros la ganó
Petitjean. Los otros vencedores fueron Mendoza Jochamovitz, Godoy y Labrousse.
Ya en 1898 la organización del Club Ciclista era
perfecta. El local magnífico situado junto al Club de Cricket tenía todas las
comodidades. El estreno del tabladillo del velódromo fue el 17 de Julio 1898.
Aquí se revelaron dos ciclistas. Ricardo Palma y Gabriel Tudela. La madrina del
tabladillo fue la señorita Adelina Gildemeister.
La gran carrera fue la de
competencia entre Tudela y Palma montando en dos bicicletas gemelas marca Cleveland.
Ganó Palma en medio de una atronadora ovación. A partir de esa fecha estos dos
corredores con Miguel Miró Quesada son los ídolos del público. De los niños que
corrieron en ese día se distinguió
Miguel Ascenso.
Los ganadores en 1898 fueron
además de los mencionados, Tealdo, Bechet, Paul y René Labrousse entre los
menores de 15 años. Otro ciclista notable fue Francisco Irigoyen que ganó en
los Juegos Atléticos la carrera de 2,700 metros.
Larga y original: llanta trasera mas grande que la delantera.
Larga y original: llanta trasera mas grande que la delantera.
CAMPEON
El campeón nacional de 1898 en
todos los deportes fue Miguel Miró Quesada que alcanzó el máximo de puntos.
Campeón interescolar fue el guadalupano Hercilio Cabieses. Otra excursión
notable se realizó y fue la que algunos ciclistas hicieron por la línea del Central en noche de luna
recorriendo 63 kilómetros.
En 1899 la bomba Roma dio un espectáculo
en la Plaza de Acho y presentó un circo romano en el que el carro de los cisnes
estuvo halado por unos chiquillos en bicicletas arregladas con copos de
algodón. La copa Gildemeister de este año la ganó Miguel Miró Quesada as de
velocidad. Ese año se reveló un corredor formidable Eduardo Escribens.
Otro campeón de la bicicleta fue
Carlos Rospiglosi Vigil. Lo mismo que Enrique Aubry, Carlos Lund y Escribens.
En 1903 destacó Juan Magot, los hermanos Cánova, Súgoborno, Cesar Razzeto,
Jerónimo Solari, Juan Benvenutto y Manuel Alvarez.
Manuel Angosto que alcanzó gran
fama detentó el campeonato durante muchísimo tiempo. El Club Ciclista Lima se
reorganizó por completo. El 28 de Julio de 1918 se reabrió el velódromo con
unas carreras interclubs de calidad total. En 1922 el campeón fue Enrique
Dibos. Al año siguiente Carlos Pérez Cornejo y después Carlos Arana. (Páginas seleccionadas de las "Obras
Completas" que pertenecen como autor al consagrado escritor y político,
José Gálvez Barrenechea.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario